viernes, 18 de septiembre de 2009

De mudanzas...

Estos días he estado haciendo varias pruebas con Wordpress y, aunque la versión 2.0 de MangaLand aún no está del todo perfilada (básicamente, el diseño definitivo del blog tiene que cambiar radicalmente), creo que es el momento de realizar la mudanza.
Así que, por favor, cambiad vuestros enlaces en vuestros navegadores, en Google Reader y otros lectores de RSS que utilicéis y también en vuestros blogs y páginas, si es que los tenéis.
A partir de ahora, este blog en Blogspot no se actualizará más y toda la actividad pasará a estar en el dominio www.mangaland.es
¡Adiós y muchas gracias, Blogspot, y bienvenida MangaLand 2.0 en www.mangaland.es!

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jueves, 17 de septiembre de 2009

¡Gracias! (Balance del sorteo-encuesta)

Tras el tremendo éxito del sorteo del tomo 8 (edición de lujo) de Pluto, os tengo que dar las gracias a todos por vuestros comentarios. Aunque no lo parezca, hacer esta especie de sorteo-encuesta a mí me ha servido para mucho. Para empezar, me ha dado muchos ánimos para seguir adelante. Aunque igual muchos no sois muy conscientes de ello, escribir un blog y querer darle cierta seriedad y profundidad no es algo que se haga así como así. Requiere horas de trabajo, investigación y escritura. Por suerte, debido a mi trayectoria y bagaje adquirido, tengo una serie de conocimientos que me ayudan a que el proceso de escribir las reseñas sea bastante sencillo y rápido, pero no soy una enciclopedia andante, por lo que tengo que buscar bastantes datos para completar las reseñas, sea en Internet, sea en las varias obras de consulta en papel que tengo. Eso requiere tiempo.

Ramen "Arigatō"

Ver que este blog es seguido y querido por tantos lectores es algo que me ayuda a seguir adelante. No miente aquel que una vez dijo que “la vida de un blog son sus comentarios”: es muy cierto. Realmente, si escribes reseñas, por muchas lecturas que consigan, si nadie comenta en ellas al autor le da la sensación que está “predicando en el desierto” y a la larga le entra la pereza y va dejando el blog. Por suerte para mí, hay algunos lectores asiduos que van dejando comentarios, pero aun así os animo a que los que no comentáis tanto lo hagáis más ya que así me iréis recargando las pilas.

Paso a dar réplica a los comentarios más repetidos.

1. Sobre el diseño del blog.

Cuando inicié este blog había salido de un período de unos tres años o así sin casi tener presencia en Internet, después de haber estado llevando varias webs desde 1997, en especial la antigua Nipoweb. Nipoweb acabó creciendo demasiado y se convirtió en un monstruo complicadísimo de administrar y de actualizar (me tiraba horas y horas a la semana maquetando y diseñando las nuevas reseñas y artículos, ¡que no escribiendo, que es lo que realmente disfruto!) y se me escapó de las manos. Encima, la web terminó fatal debido a ciertas rencillas estúpidas entre varios colaboradores y la tuve que cerrar y convertir en lo que es ahora: la web en la que presento y promociono los libros que he escrito (www.nipoweb.com).

Así, inicié este blog con mucho recelo, y bajo la premisa de “no complicarme la vida”. Escribiría lo que me diera la gana, con la periodicidad que me diera la gana, y no me complicaría absolutamente NADA con temas de diseño, colaboradores o similares. En cuanto a imágenes, pondría solamente la portada del tomo 1 del manga que reseño y una página entera del interior (pongo una página en vez de viñetas para que podáis ver el “feeling” de la obra, la disposición de las viñetas y el estilo del dibujante, me parece mucho más interesante que ilustraciones sueltas). Ahora, casi dos años después de iniciarlo, mi visión sobre este blog ha cambiado y realmente tengo ganas de mejorarlo, así que acepto las varias sugerencias que se me han dado de pasarme a Wordpress y muy pronto este blog se mudará a www.mangaland.es (ahora estoy en pruebas) y trabajaré junto a mi amigo Nahuel, que amablemente me ha ofrecido ayuda, en conseguir un diseño agradable a la vista y estéticamente bonito. Asimismo, voy a adoptar la sugerencia de ale/pepino de usar etiquetas por autor (algo que ya inicié con Shigeru Mizuki, por cierto), o sea que trabajaré en este sentido en la “sala de máquinas” del nuevo blog. También me parecen bien las sugerencias de Pscl de separar los párrafos con una línea en blanco, y de hacer remates finales en plan “lo mejor” y “lo peor”, así que “compro”.

Tienda de vinos "Gracias"

2. Sobre la periodicidad de las actualizaciones

Muchos expresáis el deseo de que actualice más a menudo, pero también comprendéis que mi tiempo es limitado. Efectivamente, no puedo hacer mucho en este sentido: cada reseña implica la lectura de al menos un tomo de manga, cuando no una serie entera de varios tomos, y unas horas de investigación y redacción, amén del escaneo y el retoque de las imágenes. Si bien es cierto que ahora en principio tengo bastante más tiempo que antes para leer y escribir para el blog (la crisis, amigos, no perdona a nadie), también es verdad que acabo de ser padre y cuesta mucho encontrar ratos tranquilos entre pañal y pañal para concentrarme ante el ordenador. Por suerte de momento mi hija es una gloria y se porta muy bien, por lo que creo que ahora tendré un poco más de tiempo para dedicar en general al blog e intentaré volver a la periodicidad que me había marcado al principio: unas tres actualizaciones a la semana. Veremos si lo consigo.

3. Sobre los contenidos

Veo que os gustan las reseñas, y que en general las de manga clásico las apreciáis mucho. Para mí es una gran sorpresa, ya que estos posts son los que en general suscitan menos comentarios y pensaba que era lo que menos gustaba. De nuevo se demuestra la importancia de los comentarios, así que lo repito: ¡comentad más, gente, aunque sean comentarios más bien banales de “me ha llamado mucho la atención este manga y me encantaría leerlo”! Así sé que me leéis y que apreciáis lo que escribo.

También veo que la sección “Adivina qué mangaka es” no termina de cuajar, y eso que es una de mis favoritas. No voy a suprimirla porque me parece esencial para lo que quiero hacer en este blog, que es presentar el mundo del manga de forma global, así que lo que haré es cambiarle el formato y ya está. Espero que os guste el cambio.

Otro comentario que da en el clavo es el que dice que últimamente estoy escorando mucho hacia el manga antiguo y olvidándome del nuevo, y dentro de esto me centro mucho en el shōnen y seinen y obvio otros géneros como el shōjo o el josei. Muy cierto. Esto es debido a que últimamente estoy muy metido en el manga clásico porque estoy escribiendo la sección La historia del manga en la revista B’s LoG. Además, el shōjo no es un género que disfrute especialmente, así que tiendo a tener ganas de leer otras obras que no sean de este género. Pero soy muy consciente de que escoro demasiado hacia el clásico y es mi intención intentar redirigir el blog y equilibrarlo más.

Parada de bus "Sankyū" (Thank you)

4. Sobre el espíritu del blog


Este blog va sobre manga en general y, desde el primer momento dije que comentaría exclusivamente obras no licenciadas en España por varios motivos expuestos en el post inaugural. No voy a cambiar eso y desde luego no voy a reseñar obras publicadas aquí, aunque alguna vez puedo recomendar algunas dentro de otros posts, eso sí.

Otro tema es que este blog va sobre manga, es decir, cómic. El anime la verdad es que no me interesa demasiado y no tengo nada de tiempo para verlo (excepto largometrajes, que me encantan), así que en principio no voy a comentar animes, ni videojuegos ni nada que no sea manga; y tampoco nada específico sobre cultura japonesa o vida en Japón (por supuesto, seguiré comentando cosas dentro de los posts sobre manga, ya que hay algunas obras que no se entienden sin un contexto, pero hacer posts específicos sobre estos temas no lo haré, al menos en este blog). Por supuesto, puede haber excepciones, pero en general solo comentaré manga.

Sé que los posts sobre opinión gustan bastante, pero simplemente no soy capaz de ponerme a redactar uno porque sí: tiene que salirme del alma, en un arrebato. Y tampoco voy a ponerme a criticar el trabajo de compañeros del sector (sean otros traductores, editores, impresores, rotulistas, encuadernadores, lo que sea) porque simplemente no es mi estilo criticar a los demás. Así que los posts de opinión seguirán siendo más bien escasos.

También me pedís posts sobre mi trabajo como traductor. Bueno, queda bastante fuera del objetivo y la filosofía del blog, pero entiendo que tengáis curiosidad, aunque no hay mucho que explicar tampoco XD. Un día de estos os explicaré “cómo se traduce un manga”.

Me ha gustado bastante la sugerencia de Borja consistente en hacer encuestas con varios títulos que estoy en disposición de reseñar y que vosotros elijáis. Veo que Wordpress facilita bastante esto de las encuestas, así que seguramente adoptaré la idea.

Y bueno, más o menos creo que he dado respuesta a las cuestiones más repetidas en los comentarios. ¡Ya veis que estoy abierto a las opiniones de todos! De nuevo, gracias y espero que sigáis apoyando a este blog y a mí mismo en su versión 2.0 en su nueva ubicación en un dominio propio: www.mangaland.es

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miércoles, 16 de septiembre de 2009

And the winner is...

Al abrir el correo esta mañana, me he encontrado con un mail de un colega de Japón que me manda un link a un artículo del periódico Nikkei en el que se habla de la súbita desaparición de Yoshito Usui, dibujante de manga autor de Shin chan, al que además considero un buen amigo. Me preocupa bastante el tema, más que nada porque no me ha extrañado demasiado la noticia. Usui es un hombre realmente excéntrico y siempre me ha parecido bastante torturado por dentro (pero bueno, en realidad hay bastantes japoneses así, con lo que nunca se sabe); además, últimamente se estaba quejando de mucho dolor en los riñones y estaba más bien desanimado. En fin, espero que solo sea un bajón temporal o que simplemente se haya perdido en la montaña (según dice el periódico, dijo a su familia que se iba a caminar por la montaña a la prefectura de Gunma) y se le pueda localizar pronto. Desde aquí, muchos ánimos a la familia.

Y en fin, a lo que íbamos. Ayer terminó el plazo de inscripción en el fantabuloso sorteo del tomo 8 de Pluto, en su edición de lujo. Tras realizar el sorteo, el ganador ha resultado ser... Trrrrmmmm (redoble de tambores)...

andres133

Felicidades, andres133. Por favor, cuando leas esto mándame un mail y concretamos la dirección a la que tengo que hacer el envío.
Por si acaso el afortunado no dijera nada en un plazo de, digamos, cinco días, los siguientes candidatos al premio (saqué tres números más por si acaso) serían, por orden:

  • Battosai
  • Jesús T. “chusetto”
  • taurie

¡Gracias por participar! Me comprometo a poner mañana mismo un post-comentario sobre el resultado de este sorteo-encuesta y lo mucho que ha significado para mí.

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martes, 15 de septiembre de 2009

¡Último día para participar en el sorteo!

¡Bueno, es 15 de septiembre y hoy es el último día para participar en el Sorteo del tomo 8 de Pluto! Si aún no has dejado tu mensaje para presentar tu "candidatura", ¿a qué esperas? El plazo se cierra a las 24.00 h de hoy y mañana mismo anunciaré el ganador. ¡Anímate, que es gratis y no cuesta nada!


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lunes, 14 de septiembre de 2009

Ginga Tetsudō 999 (Expreso galáctico 999)

  • Título: 銀河鉄道999 –Ginga Tetsudō 999– (Expreso galáctico 999)
  • Autor: Leiji Matsumoto
  • Editorial: Shōnen Gahō-sha
  • Revista: Shōnen King
  • Años publicación: 1977-81
  • Clasificación: shōnen, ciencia-ficción
  • Tomos: 18



Tengo en mi biblioteca varios tomos de obras de Leiji Matsumoto, el gran revitalizador de la “space opera” en el manga de los años 70 y autor de obras esenciales del género como Capitán Harlock o Queen Emeraldas, además de diseñador de personajes en la mítica serie de animación Uchū Senkan Yamato (Crucero espacial Yamato), que marcó un antes y un después en la historia del anime. Hasta ahora, sin embargo, no sé muy bien por qué, aún no me había decidido a redactar ninguna reseña. Pues nada, en parte por petición de algunos lectores del blog y en parte porque me apetece, me voy a dar el gustazo de reseñar Ginga Tetsudō 999 (Expreso galáctico 999), seguramente su obra manga más conocida y apreciada en Japón.

Ginga Tetsudō 999 (los números se leen en inglés: “three nine”) está protagonizada por Tetsurō Hoshino, un chico muy pobre que vive en la Tierra en un futuro no especificado en el que la mayoría de las personas han cambiado sus cuerpos humanos por cuerpos mecánicos. Sin embargo, Tetsurō y su bellísima madre (¡esos estilizados y preciosos diseños femeninos de Matsumoto, uffff!) son de los pocos que aún son 100% humanos. En un momento dado, Tetsurō y su madre sufren un ataque de uno de estos humanos mecanizados (ahora los llamaríamos ciborgs, ¿no? ^_^) que mata a la madre y la diseca para decorar su casa. Tetsurō, desorientado y triste, vaga en medio de la nieve y cae tras perder el conocimiento. Más tarde, se despierta en casa de la misteriosa Maetel, una guapísima mujer que se parece mucho a su madre y que le ofrece un billete para subir al mítico Expreso Galáctico 999, que solo parte una vez al año de la Tierra para viajar hasta Andrómeda, haciendo innumerables escalas en su recorrido. El sueño de Tetsurō es conseguir él también un cuerpo mecánico con el que poder vivir indefinidamente, pero no tiene dinero con el que pagárselo. Sin embargo, como existe el rumor de que en una de las paradas del Expreso se regalan cuerpos mecánicos a los viajeros del tren, acepta el ofrecimiento de Maetel.

Tetsurō no entiende por qué Maetel le ofrece semejante valiosísimo billete solamente a cambio de que “deje que ella le acompañe en su viaje”, pero tampoco se lo piensa dos veces al aceptar participar; su anhelo de conseguir un cuerpo mecánico puede más que los peligros que le acecharán en el trayecto. Antes, sin embargo, toma un fusil de casa de Maetel, va a casa del asesino de su madre y se lo carga a él y a todos los que le acompañan, incendiando después su mansión hasta los cimientos. Una vez cobrada su venganza, Tetsurō sube al mítico Expreso Galáctico 999 (un tren que vuela por el espacio y que tiene apariencia de tren antiguo de vapor, aunque es una nave espacial en toda regla) junto a la enigmática Maetel y, juntos, emprenden un viaje que les llevará hasta Andrómeda.

Tetsurō, Maetel y el Expreso Galáctico 999

En el camino, irán parando en varias estaciones, a cuál más variopinta (Marte, Titán, Neptuno, Comet Station, Mefisto...), donde el tren estará estacionado durante un día de cada uno de esos sitios (que puede ir de las poco más de 24 horas de Marte a los más de seis días de Neptuno). En ese tiempo podrán descender libremente del tren y hacer algo de turismo. En cada uno de estos lugares, así como durante el propio trayecto por el espacio, Tetsurō y Maetel sufrirán innumerables peligros, conocerán a muchísimos personajes de todo tipo y tendrán montones de aventuras.

Estamos ante una obra extraña por la peculiar atmósfera que Matsumoto consigue darle, una atmósfera llena de melancolía, misterio y muchísimas cosas sin explicar. ¿Quién es Maetel? ¿Por qué parece tener siempre una respuesta para todo? ¿Por qué acompaña a Tetsurō así por las buenas? ¿Es ella humana? ¿Mecánica? ¿Un fantasma? ¿A qué responden los extraños actos de los diferentes personajes que van apareciendo? Por no decir la que creo que es la pregunta subyacente en todo el manga: ¿realmente vale la pena cambiar un cuerpo humano por otro mecánico? ¿Es el anhelo de Tetsurō algo erróneo? ¿Se arrepentirá Tetsurō de haber deseado tanto un cuerpo mecánico?

No entiendo mucho de arte o sensibilidad japonesa, pero existen un par de nociones estéticas intrínsecas del arte y el pensamiento japonés, el wabi-sabi y el mono no aware. Creo que la segunda noción casa muy bien con la atmósfera y la sensación que despierta Ginga Tetsudō 999 en el lector. El mono no aware es algo así como “la melancolía subyacente en las cosas”, “la empatía hacia lo que es efímero”; y puesto que es complicado explicar este concepto, porque hay que “sentirlo”, os remito a la Wikipedia por si os interesa ahondar más en él (lamentablemente, el artículo no está en español). No conozco un manga que explote más y mejor este sentimiento de melancolía, tristeza y enigma que Ginga Tetsudō 999; es una verdadera maravilla en este sentido. ¿Es realmente un manga de ciencia-ficción? Claro que sí, ya que salen naves espaciales, planetas lejanos, fusiles de rayos y cosas así, pero... Es mucho más que un manga de ciencia-ficción. Es realmente un pozo sin fondo de sensibilidad... Una sensibilidad muy japonesa, añado, y también complicada de comprender y apreciar para un occidental que no haya tenido cierto contacto con Japón.

Cuando hablamos del “expreso galáctico”, es irremediable relacionarlo con Ginga Tetsudō no yoru (La noche del expreso galáctico), el archiconocido y archiquerido (en Japón, claro) cuento del genial novelista Kenji Miyazawa en el que aparece también un tren que vuela por el cielo. Leiji Matsumoto no ha escondido en ningún momento que se inspiró en este cuento, entre otras fuentes, para crear este genial manga. A su vez, una película de Doraemon (en España conocida por el título de Doraemon y el tren del tiempo) está claramente inspirada en Ginga Tetsudō 999.

Ginga Tetsudō 999 cuenta con una primera parte de 18 volúmenes (en su edición original) publicados en la revista Shōnen King de la editorial Shōnen Gahō-sha entre 1977 y 1981, pero Leiji Matsumoto decidió retomar la serie bajo el mismo título y, a partir de 1996, la siguió en la revista Big Gold de Shōgakukan. Más tarde, la serie se mudó a la Big Comics y finalmente se fue publicando aperiódicamente en Internet; actualmente está disponible una edición en 21 tomos (el último publicado en 2005) que imagino que recopila toda la parte clásica y, a partir de ahí, empieza la nueva. Un poco lioso, la verdad. Por cierto, Matsumoto se ve que ha declarado en algún momento que le gustaría concluir la serie en el capítulo número 999 (aún le quedan unos cientos de capítulos, o sea que ya puede ir espabilando ^_^).

Este manga forma parte del “universo Leiji Matsumoto”, en el que distintos personajes como la reina Emeraldas o el capitán Harlock, entre otros, aparecen de vez en cuando con papeles secundarios. Sin embargo, aunque forma parte de este “Leijiverso”, a mí me parece que lo hace de forma bastante tangencial o, como mínimo, de forma menos notoria que en otras obras. Evidentemente, por cierto, este manga fue adaptado al anime en lo que actualmente se considera una serie de culto, y también se han realizado películas de cine (de animación), varios OVA e incluso un musical de teatro, entre otras adaptaciones.

Por su extensión y su antigüedad, considero complicado que veamos esta obra publicada en España, al menos a corto o medio plazo. Quién sabe si algún día el mercado español del manga estará suficientemente maduro como para aceptar (y convertir en rentable, que es otra cosa muy distinta y muchísimo más complicada) la edición de una obra maestra del manga clásico como esta, aunque actualmente el público es todavía muy joven y ávido de “lo último” (aunque sea de calidad discutible) en vez de aceptar y pedir obras inmemoriales como esta simplemente porque “el dibujo se ve anticuado”. Paciencia, paciencia...

Lo mejor
  • Una obra llena de sensibilidad muy especial.
  • Unos diseños femeninos deliciosos.
  • Dibujo clásico pero aún en boga.

Lo peor
  • El evidente machismo que se esconde detrás de la obra de Leiji Matsumoto (no solo en este título, sino en general) y que se manifiesta en frases como “las mujeres no están hechas para X” o “deja que te proteja yo, como buen hombre que soy” y similares.

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jueves, 10 de septiembre de 2009

Gekiga baka-tachi!! (¡¡Los tontos del gekiga!!)

  • Título: 劇画バカたち!! –Gekiga baka-tachi!! – (¡¡Los tontos del gekiga!!)
  • Autor: Masahiko Matsumoto
  • Editorial: Seirin Kōgeisha
  • Revista: Big Comic Zōkan
  • Años publicación: 1979-84 (publicación en revista) / 2009 (libro)
  • Clasificación: seinen, autobiografía
  • Tomos: 1


Hace unos meses reseñé la obra Gekiga Hyōryū de Yoshihiro Tatsumi, un manga autobiográfico lanzado en conmemoración del 50º aniversario de la acuñación de la palabra gekiga (“dibujos dramáticos”, más o menos –hay muchas variaciones, pero para que se entienda– lo que actualmente se conoce como “seinen manga”). En aquel momento no lo sabía, pero Gekiga Hyōryū ya había sido licenciado por Astiberri y no creo que su versión española tarde mucho en aparecer por estos lares. Antes de seguir con esta reseña, por cierto, recomiendo releer la de la obra de Tatsumi ya que daré cosas por sabidas.

Lo que prácticamente nadie sabía es que antes de Gekiga Hyōryū ya existía otro relato en forma de manga sobre los inicios del gekiga y que precedía al de Tatsumi en 16 años, ya que fue publicado entre 1979 y 1984 en las páginas de la revista Big Comic Zōkan por Masahiko Matsumoto. La obra nunca fue publicada en forma de tomo hasta que, en abril de este año 2009, seguramente gracias al éxito cosechado por la biografía de Yoshihiro Tatsumi, la misma editorial Seirin Kōgeisha decidió rescatar la obra de Matsumoto del olvido.

Masahiko Matsumoto (1934-2005) fue uno de los principales integrantes del movimiento gekiga, junto con Yoshihiro Tatsumi (el que inventó la palabra), Takao Saitō (autor de Golgo 13, Survival, Breakdown, etc.) y otros autores. Esta obra se centra básicamente en los inicios de estos tres autores desde su debut en Osaka hasta que se mudaron a Tokio después del éxito de publicaciones como Kage, Machi o Kagi. Así, nos cuenta lo mismo que Gekiga Hyōryū, solo que empieza después y acaba antes. Mientras que Gegiga Hyōryū se inicia con la infancia de Tatsumi y su hermano y nos cuenta su trayectoria durante los años 50 hasta llegar a principios de los 60, Gekiga baka-tachi!! se centra solamente entre los años 1953 y 1957 aproximadamente. El final, por cierto, es abrupto y da la sensación de que se podría haber seguido perfectamente con la historia, pero que alguien (no necesariamente el autor) decidió dejarla aparcada. Aun así, esto no resta importancia al evidente valor documental de este libro.

Saitō, Matsumoto y Tatsumi currando en Osaka

Aunque ambas obras se solapan y básicamente cuentan la misma historia, es interesantísimo compararlas y observar el cambio de punto de vista entre los dos autores. Es decir, en esta ocasión tenemos el raro privilegio de poder “escuchar” dos versiones de la misma historia, con algunas situaciones descritas de forma radicalmente distinta según las cuenta Tatsumi o Matsumoto (un poco como en la película Rashōmon XD).

Matsumoto, Tatsumi y Saitō debutaron a principios de los años 50 con la editorial de Osaka Hinomaru Bunko, para la cual dibujaban historias para su publicación y distribución en la red de librerías de alquiler (kashihon’ya). En un momento dado, ante la dificultad que tenía un solo dibujante para realizar historias largas para recopilarlas en un solo tomo, se les ocurrió la idea de colaborar unos cuantos autores con historias cortas para formar una especie de “libro-revista” de periodicidad mensual titulada Kage (Sombra). Aunque al principio costó un poco, Kage obtuvo un gran éxito por lo innovador de su concepto y por lo transgresor de sus contenidos, en los que figuraban detectives, pistolas, persecuciones, asesinatos... en una época en la que el manga en general se nutría básicamente de contenidos muy blancos para niños.

El éxito de Kage propició que salieran muchas publicaciones que imitaban su estilo, algunas de ellas, como Machi (Ciudad) o Kagi (Llave), dibujadas o incluso directamente editadas por los propios autores de Kage. Con tal de desmarcarse del manga más infantil y también para responder a las críticas de asociaciones de padres y demás por la crudeza de sus historias, estos autores buscaron una denominación alternativa, ya que, según ellos, lo suyo era “manga que no es manga”. Así, Matsumoto propuso en 1956 la denominación “komaga” (dibujos de piezas), que no llegó a cuajar; al final fue la palabra “gekiga” (dibujos dramáticos), propuesta por Tatsumi, la que se impuso en 1957, y poco después estos autores formaron el llamado Gekiga Kōbō (Taller Gekiga) para canalizar su obra.

Según se puede leer en el artículo explicativo que acompaña a Gekiga baka-tachi!! (una verdadera rareza que se agradece mucho), esta obra fue propuesta por el exitoso Takao Saitō a su editor en la revista Big Comic. El editor, pues, aceptó contratar a Matsumoto, que por aquel entonces había caído en la más absoluta de las oscuridades y se dedicaba a dibujar manga pornográfico con el seudónimo de Takashi Inaga, para que hiciera esta obra en los números extra (zōkan) de Big Comic. Big Comic, por cierto, es donde, desde 1969, se publica Golgo 13, la obra magna de Takao Saitō, por lo que seguramente por esto Matsumoto decidió enfocar Gekiga baka-tachi!! de modo que explicara varias anécdotas de la juventud de Saitō (menudo pillo estaba hecho el tío, por cierto) para complacer a los lectores de Golgo 13.

Al final de la obra, además, se incluye un texto de Takao Saitō en el que aclara varias cosas sobre su modo de ser, su actitud hacia la profesión de mangaka, su relación con Matsumoto y Tatsumi, etcétera. También dice expresamente que él no piensa crear nunca su autobiografía, con lo que lamentablemente no vamos a poder conocer nunca una tercera versión de los hechos que rodearon al nacimiento del manga para adultos.

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lunes, 7 de septiembre de 2009

Kage (Sombra) y Machi (Ciudad)

  • Título: 影 –Kage – (Sombra) y 街 –Machi– (Ciudad)
  • Autor: Varios
  • Editorial: Shōgakukan Creative (edición facsímil)
  • Revista: ---
  • Años publicación: 1956-1966 (Kage) y 1957-1962 (Machi) / 2009 (edición facsímil)
  • Clasificación: seinen, gekiga
  • Tomos: 120 (Kage) y 63 (Machi)

Portada de Kage 1

Leyendo la obra Gekiga Hyōryū, el manga autobiográfico de Yoshihiro Tatsumi, es imposible refrenar los impulsos para ampliar, por poco que sea, los conocimientos sobre el manga de la época que aparecen en el libro. O si no ya me diréis cuando os leáis la edición española de este interesantísimo libro que está preparando Astiberri...

Una de las cosas que más llaman la atención de la época en la que Yoshihiro Tatsumi, Takao Saitō y Masahiko Matsumoto, entre otros, estaban creando las fundaciones de lo que poco después se conocería como gekiga (dibujos dramáticos) y que ahora se conoce como seinen manga (manga para adultos) es el tema de sus primeros pinitos con los libros-revista, sobre todo Kage.

En los años 50, la edición de manga estaba clarísimamente dividida en dos tipos de editoriales, que tenían rutas totalmente distintas de publicación y distribución. Mientras las editoriales grandes publicaban revistas infantiles que incluían manga (de Osamu Tezuka, Fujiko Fujio, Shōtarō Ishinomori, etc.) que se vendían en las librerías de todo Japón, había otras editoriales, mucho más pequeñas y humildes, que centraban su negocio en publicar tomos de manga exclusivamente para la red de librerías de alquiler kashihon’ya y con distribución limitada a zonas concretas. En los años 50 había kashihon’ya por todas partes en las que, por un módico precio, uno podía alquilar un manga o una novela para leer tranquilamente en casa o en la misma tienda.

Portada de Machi 1

Tatsumi y los suyos trabajaban para este último mercado de librerías de alquiler, un mercado en el que, por supuesto, había muchos menos tabúes y manías respecto a qué era lo que se podía publicar y cómo. Como se cuenta en Gekiga Hyōryū, un día los jóvenes y motivados creadores que trabajaban para la editorial de Osaka llamada Hinomaru Bunko tuvieron la idea de unirse para crear antologías de historias cortas de misterio y detectives. Así, en vez de dedicar un solo autor varios meses de su tiempo a realizar un libro unitario, entre varios podían unirse para, con solo unas pocas páginas al mes cada uno, poder lanzar un libro mensualmente, numerado como si fuera una revista. Así es como nació Kage (Sombra), en 1956. Kage obtuvo un gran éxito y, cómo no, poco después empezaron a salirle imitadores por todas partes. Incluso, como nos cuenta Tatsumi, los propios autores de Kage empezaron a comprometerse con otras editoriales para realizar otras de estas cabeceras, como Machi (en la que no participó Takao Saitō porque el tipo no tendía a caer muy bien).

En febrero de este año, la editorial Shōgakukan Creative (ojo a esta editorial porque lo que están haciendo desde hace solo unos pocos años con reediciones facsímil de obras de manga clásico es increíble) tuvo la genial idea de crear una edición facsímil de los números 1 de Kage y Machi para saciar la curiosidad de gente como yo mismo. Y es que en 2009 se conmemora el 50º aniversario de la acuñación de la palabra gekiga, un movimiento del que Kage y Machi son los embriones.

Página de la interesantísima historia El hombre de la habitación contigua, incluida en Kage 1

La edición de Shōgakukan Creative imita perfectamente la edición original de ambas revistas, tanto en tamaño como en aspecto. Lo único que han añadido es una pequeña página extra de créditos al final de cada libro, pero aparte de esto, la edición es exacta a la de los años 50 de ambos libros-revista: así, ambos cuentan con unas 96 páginas, tienen tapa dura, un primer pliegue de páginas a todo color y el resto de los pliegues impresos con tintas de colores cambiantes. Ambos libros vienen en una caja de cartón y están acompañados de un folleto con interesantes artículos complementarios, como por ejemplo una entrevista a Takao "Golgo 13" Saitō, una cronología, etcétera.

Leídas ahora las historias contenidas en Kage y Machi, la verdad es que parecen más bien pueriles, pero si lo colocamos en su contexto, en el que el manga era solo para niños y tenía unos contenidos francamente anodinos y planos, puedo comprender la revolución que armaron al crear un tipo de manga no para niños (lo normal en la época), sino para lectores adolescentes y adultos que habían crecido leyendo las obras de Tezuka y compañía y que querían seguir leyendo cómics, aunque no infantiles. En Kage 1, por cierto, se incluye la legendaria historia Rinshitsu no otoko (El hombre de la habitación contigua) de Masahiko Matsumoto, una obra que impactó enormemente a Tatsumi y a los demás autores de su círculo y que moldeó los inicios del manga para lectores adultos, con violencia realista, sangre, muertes y un uso impresionante de las técnicas cinematográficas para absorber al lector.

Las demás historias incluidas en ambos títulos tienen altibajos, ya que las hay bastante aburridas, pero otras, sobre todo las de Tatsumi y Matsumoto, resultan muy interesantes pese a su evidente “primitivismo” visto ahora. Ni que sea para observar la evolución increíble de Takao Saitō (el autor de Golgo 13, Survival y Breakdown, recordémoslo) desde su anodina primera historia para Kage hasta ahora, o la evolución en dibujo y estilo que ya hay entre las obras de Tatsumi y Matsumoto entre 1956 (en Kage 1) y 1957 (en Machi 1) vale la pena hacerse con esta magnífica edición facsímil.

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viernes, 4 de septiembre de 2009

Kyojin-tachi no densetsu (La leyenda de los gigantes)

  • Título: 巨人たちの伝説 –Kyojin-tachi no densetsu– (La leyenda de los gigantes)
  • Autor: Yukinobu Hoshino
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Shōnen Jump
  • Años publicación: 1977
  • Clasificación: shōnen, ciencia-ficción
  • Tomos: 1

Antes que nada, gracias mil por los comentarios que estáis poniendo en el anterior post, el del Concurso, porque me están siendo muy útiles y pronto iréis viendo cambios en este blog porque algunas sugerencias me parecen muy buenas. De momento, y hasta que se cierre el concurso el día 15, sabed que los que todavía no hayáis participado podéis hacerlo sin ningún tipo de problema. Yo sigo con los posts y esta vez me he decidido a poner este, y se lo dedico a ale/pepino, que ahora mismo está en plan ci-fi setentero. ¡Espero que te guste, ale!

Hace más de un año y medio, cuando empecé con este blog, reseñé la obra Munakata kyōju ikōroku, una obra sobre un profesor de folklore que va desentrañando misterios del antiguo Japón. Este manga, obra de Yukinobu Hoshino, sigue publicándose hoy en día (lleva 11 tomos, lo que la convierte en la obra más larga de este autor de longeva carrera) y, por supuesto, personalmente sigo leyendo, a medida que salen, los tomos de este impresionante manga que ganó un prestigioso premio Media Arts Festival en 2008.

Si la serie de Munakata es lo más nuevo de Hoshino, esta vez quise indagar en los inicios de este gran autor esencialmente famoso por su obra de ciencia-ficción 2001 sen’ya monogatari (Las dos mil y una noches) –una obra que tendré que releer y reseñar un día de estos–. El manga elegido ha sido esta Kyojin-tachi no densetsu (La leyenda de los gigantes), serializada en la Shōnen Jump en el año 1977, tan solo dos años después de su debut como mangaka.

Este manga es curioso en el sentido de que tiene dos partes muy diferenciadas, pero vinculadas entre sí y ambas relacionadas con períodos glaciares. La primera parte se enmarca en el contexto de la 4ª glaciación, hace 60.000 años, y nos narra la historia de una estirpe de gigantes con poderes mentales –los Titanes–que habitaban en una zona muy concreta de la Tierra donde la gravedad era menor. Ante la amenaza del intenso frío, que podía acabar en breve con toda la avanzada civilización titán, los gigantes deciden construir una especie de pirámides en puntos estratégicos de todo el mundo para realizar un plan increíble que consiste en unir sus mentes y, con la ayuda de las pirámides, que magnifican el efecto, “robar” un gran pedazo del Sol para trasladarlo al espacio entre Júpiter y Marte, creando así un quinto planeta ardiente que se convertirá en un segundo sol que iluminará y calentará de nuevo la Tierra. El plan parece funcionar al principio, pero pronto las cosas se tuercen y el nuevo planeta estalla (lo que origina el actual cinturón de asteroides, se entiende). Los titanes, pues, son diezmados.

Ciencia-ficción clásica de la buena. ¡Este dibujo no parece para nada setentero! Hoshino estuvo realmente adelantado a su tiempo.

La historia se traslada entonces al año 1981, cuando una quinta glaciación amenaza a la Humanidad entera. Es entonces cuando a unos científicos se les ocurre enviar una misión tripulada a Júpiter para montar un tinglado (que también implica pirámides y tal) con el que hacer explotar el enorme planeta para convertirlo en un pequeño sol que ilumine y dé calor a la Tierra. Empieza entonces una saga de ciencia-ficción a lo 2001, odisea del espacio, en la que las cosas empiezan bien en el Prometeus (la nave que va a Júpiter) pero luego se tuercen cosa mala.

La leyenda de los gigantes es una historia de ciencia-ficción clásica, muy de su tiempo, que empieza de forma más bien titubeante, pero que tiene una última parte que va in crescendo y que me enganchó muchísimo. No es ninguna maravilla del manga moderno, y Hoshino aún tenía mucho que pulir en el campo del dibujo para llegar al nivel que alcanzó en los 80 y que sigue teniendo ahora. Aun así, el manga tiene un dibujo que aguanta muy bien el paso del tiempo, al contrario que la mayoría de las demás obras de manga de finales de los años 70, que ahora parecen de lo más anticuadas.

El argumento la verdad es que está bastante cogido por los pelos, es extremadamente fantasioso (¿hacer estallar Júpiter para conseguir un segundo sol?), y también contiene ingredientes típicos de la Guerra Fría (rusos y americanos en plan chungo), por lo que en este aspecto sí es un manga anticuado, como una de esas novelitas “pulp” de ciencia-ficción. También sorprende la premisa de que la Humanidad esté ante la amenaza de una glaciación, algo que a absolutamente nadie se le ocurriría en la actualidad, donde se habla siempre del calentamiento global y la amenaza que representa.

Bueno, un manga interesante, sin más, y bastante curioso para observar la trayectoria de un gran mangaka (que internacionalmente es bastante desconocido) como Yukinobu Hoshino, por el cual rompo una lanza. Alguien debería publicar de una vez Las dos mil y una noches en España, que además es una serie cortita de cuatro tomos. ¿No os parece?

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miércoles, 2 de septiembre de 2009

Sorteo: ¡tomo 8 de Pluto, edición de lujo japonesa!

Como buen fan de Naoki Urasawa, he coleccionado los 8 tomos de Pluto a medida que han ido saliendo en Japón. No sé si sabréis que en Japón iban saliendo simultáneamente dos ediciones de esta impresionante obra: la normal y la de lujo (de hecho, la de lujo solía salir una o dos semanas antes que la normal). Evidentemente, en mi colección figura la de lujo-lujazo, de tamaño A-4 (igual que en la revista Big Comics Original, donde se publicaba), calidad de papel e impresión estupendos, portadas con tinta metalizada y troquel, además de todas las páginas a color publicadas en la revista.

El tomo 8 que sorteo con los dos extras que trae (los dos últimos capítulos de la serie en forma de separata, igual que se hacía en los años 50-60). He quitado el precinto que envolvía al conjunto para hacer la foto.

Por si fuera poco, los tomos de la edición de lujo siempre venían con algún extra en forma de cómics realizados por Urasawa cuando era adolescente (antes de su debut), una historia inédita, el capítulo original de Astroboy en la que se basa Pluto (obra de Osamu Tezuka), etcétera. En fin, un lujazo asiático en forma de manga.
El caso es que por circunstancias que no vienen al caso he acabado con dos ejemplares de la edición de lujo del tomo 8 de Pluto, y he decidido sortear uno de ellos en este blog, valorado en 1700 yenes (casi 13 euros), sin contar el transporte desde Japón.

Comparación de la edición de lujo (izquierda) con la normal (derecha). La normal la tengo como material para traducir para la edición española de Planeta deAgostini.

La mecánica del sorteo es muy sencilla: solo tienes que dejar un comentario en este mismo post con tu opinión sobre este blog, cómo lo mejorarías y cuál es tu sección favorita. ¡Así me sirve de paso para hacer un sondeo entre los lectores, que siempre viene bien!
Luego asignaré un número a cada comentario (no necesariamente por orden de llegada) y una mano inocente (aún por decidir) sacará el número ganador. Por cierto, solo serán elegibles los residentes en España, básicamente para no acabar teniendo que gastarme demasiada pasta en Correos (aunque si vives fuera de España y quieres dejar tu comentario igualmente fuera de concurso por supuesto puedes hacerlo, ¡de hecho, hazlo, por favor!)
El plazo es hasta el día 15 de septiembre. El 16 anunciaré el vencedor en este mismo blog.

Páginas a color en la edición de lujo que no vienen en la normal

¡Suerte!

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sábado, 29 de agosto de 2009

Nanatsu no kao o motsu otoko, Tarao Bannai (Bannai Tarao, el hombre de los siete rostros)

  • Título: 七つの顔をもつ男、多羅尾伴内 –Nanatsu no kao o motsu otoko, Tarao Bannai– (Bannai Tarao, el hombre de los siete rostros)
  • Autor: Kazuo Koike (guión), Shôtarô Ishinomori (dibujo), Yoshitake Hisa (historia original)
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Shônen Magazine
  • Años publicación: 1978
  • Clasificación: shônen, misterio
  • Tomos: 5

Al final he tenido que dejar el blog de lado durante dos semanitas, pero por una muy buena causa: ¡mi hija Gemma nació el pasado 20 de agosto! Y esto de ser padre es un oficio absorbente, de verdad XD. Pero bueno, creo que ya todo empieza a volver a su (nuevo) cauce. En fin, vamos allá y retomemos el blog:
No recuerdo en qué librería de segunda mano de Tokio compré este tomo ni cuándo, pero viendo los nombres en la portada entiendo inmediatamente por qué alargué la mano hacia el libro y me hice con él sin pensarlo dos veces. No es para menos: en el guión tenemos a uno de los guionistas más prestigiosos del manga de todos los tiempos, Kazuo Koike (El lobo solitario y su cachorro, Lady Snowblood, Hanzo el camino del asesino...), mientras que a los lápices tenemos al mismísimo “rey del manga” Shōtarō Ishinomori. ¿Qué amante del manga clásico querría perderse una colaboración de este nivel?
Lo curioso es que esta obra no aparece apenas mencionada en las bibliografías ni de Koike ni de Ishinomori (salvo en las bibliografías más completas, claro). ¿Entonces qué pasa? Después de leer el cómic, tengo que decir que no es ninguna maravilla en ninguno de los dos aspectos, ni en el guión ni en el dibujo, pero tampoco me ha parecido tan malo como para merecer que la Historia se olvide de él. De hecho, tiene detalles muy buenos y se deja leer de forma bastante trepidante, lo que ojalá muchos manga de hoy en día pudieran decir.
Las aventuras del detective Bannai Tarao (vaya apellido más desafortunado, por cierto XD) son una serie de novelas creadas por Yoshitake Hisa a partir de la posguerra y que obtuvieron mucho éxito durante los años 50, cuando fueron adaptadas a la pantalla grande. Koike e Ishinomori quisieron rendir homenaje a este carismático personaje y le dedicaron este manga en 1978, ya años después de su gran “boom”.

La famosa frase trademark de Tarao: “A veces soy chófer tuerto, a veces marinero de ultramar, a veces gran magnate, a veces bien vestido caballero de mediana edad, a veces cocinero chino, a veces misterioso cazador, y a veces el detective Bannai Tarao... Y sin embargo, mi verdadera identidad... ¡Es la del mensajero de la justicia y la verdad: Taizō Fujimura!”

El manga nos cuenta las tribulaciones de un envejecido Bannai Tarao que busca desesperadamente a algún joven digno de convertirse en el segundo Bannai Tarao. Un día conoce a Junpei Shitai, un joven muy impulsivo y testarudo, y decide investigarle para ver si se corresponde con la idea que tiene del que debería ser su sucesor. A pesar de lo brusco que es y los aparentes problemas de carácter que tiene Junpei, Tarao decide finalmente que este chico es su sucesor ideal... Y se enfrasca en la tarea de atraerle hacia sí y convencerle de que herede su puesto, el puesto del prestigioso detective de las “siete caras” (siete disfraces con los que es capaz de camuflarse en cualquier entorno).
Junpei es más tozudo que una mula y no se deja convencer por Tarao y así empieza un tremendo estira y afloja entre los dos. Al final del primer tomo, por fin Tarao convence a Junpei para ser su sucesor y... la verdad es que en este punto me quedé con ganas de más, pero como solo tengo el primer tomo no sé cómo sigue. En fin, a ver si algún día tengo la oportunidad para ver cómo sigue el manga.
La verdad es que me ha gustado el manga, sí. Me ha parecido entretenido, bien narrado (cómo no, viniendo de la mente de Koike) y bien dibujado para la época. No entiendo cómo aparentemente no consiguió gran repercusión en su momento...

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sábado, 15 de agosto de 2009

Estatua de Gundam y Estudios Sunrise

  • Nombre del lugar: ガンダム像とサンライズ本社 Estatua de Gundam y Estudios Sunrise
  • Dirección: Estación de Kamiigusa (Google Maps)
  • Cómo ir: La estatua de Gundam está nada más salir por la salida sur de la estación de tren de Kamiigusa (línea Shinjuku, ferrocarriles Seibu), mientras que los estudios Sunrise están a unos cinco minutos a pie por esa calle en dirección este.
  • Precio: ---
  • Horario: ---
  • Web de Sunrise: http://www.sunrise-inc.co.jp/international/index.html


Este año 2009 marca el 30º aniversario de la primera emisión de la mítica serie Kidō Senshi Gundam (Mobile Suit Gundam), una serie que remodeló el anime de mechas y representó un hito en la historia de la animación japonesa y, por extensión, mundial. Como celebración de la efeméride, se ha construido una estatua enorme de “tamaño real” (¡18 metros!) en la zona de Odaiba, Tokio, algo que es bien conocido por todos los otakus del mundo por la gran repercusión que ha tenido. Me refiero a esta misma estatua (fotos tomadas, retocadas y cedidas por el insigne David Morales de Nihoneymoon):

El Gundam gigante de Odaiba, escala 1:1

La tontería del asunto es que la impresionante estatua solo se podrá ver hasta el 31 de agosto de este mismo año. Sí, sí, habéis leído bien: la inauguraron el 11 de julio y la desmontarán el 1 de septiembre. No soy capaz de entender por qué hacen tal cosa, por qué se gastan semejante cantidad de dinero en hacer algo tan friki y tan impresionante y luego lo desmontan al cabo de un mes y medio. Espero en mi fuero interno que hagan como hicieron con la “Casa de Satsuki y Mei” de Totoro, que la construyeron para la Expo Universal de Aichi 2005 con la idea de destruirla cuando terminara la Expo y al final, por presión popular, la salvaron. Ojalá, pues, encuentren un sitio donde trasladar la estatua a escala 1:1 de Gundam, ¡ni que sea por mi egoísta deseo de ir a verla en persona algún día! Seguro que ciudades o zonas candidatas para albergar la estatua a coste cero las hay a porrones...

Tate, komukin! (¡Alzaos, ciudadanos!) <-- Friki-frase famosa de Gundam

Sin embargo, no muchos conocen dos detalles: 1. No es la primera vez que se intenta la construcción de una maqueta 1:1 de Gundam. En el difunto Museo Bandai (un día de estos le dedicaré un post) construyeron exactamente lo mismo, solo que... Solo la parte de los hombros y la cabeza. 2. Existe otra estatua de Gundam en Tokio, por lo que aunque vayáis a la capital japonesa y no podáis ver la estatua de Odaiba, podéis compensarlo yendo a ver esta otra.

Ai-senshi (El alicaído guerrero) <-- Subtítulo de la 2a peli

Y aquí es donde quiero llegar con este post, porque en marzo de 2008 se dedicó una estatua de bronce a Gundam en el barrio de Kamiigusa, y al parecer fue un hecho que pasó bastante desapercibido en Occidente, puesto que yo no recuerdo haber visto la noticia en su momento. De hecho, no recuerdo cómo me enteré de que existía, creo que en un momento dado el editor de Gundam The Origin, que acompañó a Yoshikazu Yasuhiko al Salón del Manga de Barcelona 2008 (y que me dibujó en su crónica del viaje ^_^), me lo mencionó y yo guardé el dato en mi mente hasta que este marzo pasado, mientras me encontraba en Tokio, decidí investigar más e ir a visitar la estatua.

Kiosco de la estación pintado con motivos Gundam

Y así, junto a mi amigo David, que hizo un making of de la visita, ni cortos ni perezosos nos dirigimos a Kamiigusa, donde está esta estatua. ¿Por qué Kamiigusa, precisamente? Porque es allí donde se encuentra la sede de los estudios de animación Sunrise, responsables desde el principio de la saga Gundam, además de otros anime como Keroro, Gintama, City Hunter o Kekkaishi, por nombrar solo unos cuantos.
La estatua en cuestión se encuentra nada más salir de la estación de Kamiigusa, en la salida sur. Es de bronce, mide unos dos metros de altura, y representa al Gundam RX-78-2, el original, levantando un brazo y mirando al cielo. La estatua tiene el título Daichi kara (Desde el suelo), y la verdad es que es bastante chula. Si eres fan de Gundam, qué menos que ir a visitarla y sacarle unas fotos, ¿no?

Varios ángulos de la magnífica estatua

Para completar la visita, qué mejor que andar escasos cinco minutos en dirección este y visitar las oficinas de Sunrise, al menos desde fuera. Por el camino, una calle comercial de esas típicas y tan encantadoras de Japón, uno puede encontrarse varias frikadas, como banderolas de anime o persianas de comercios pintadas con motivos Gundam.

Banderolas y persianas de comercios en Kamiigusa

Una vez ante las oficinas de Sunrise, lo suyo es acercarse hasta la puerta para fisgar un poco. El hecho es que las puertas son automáticas y, cuando te acercas, se abren y dan a un pequeño vestíbulo en el que hay dos ascensores y no hay ni recepcionista ni nada. Lo sorprendente no es tanto esto, como que ahí se exponen varias figuras, muñecos y cosas así. ¡Y sin nadie vigilando! En fin, otro dato más sobre cuán seguro es Japón como país, ¡anda que en España durarían más de dos horas unas suculentas figuras de Gundam o Keroro expuestas en un vestíbulo desierto y sin nadie a la vista!

Las oficinas de los estudios Sunrise

Aprovecho el post para recomendar encarecidamente que veáis la serie Mobile Suit Gundam (la original de 1979, de 43 episodios, o alternativamente las 3 películas que resumen toda la serie) y/o leáis el manga de Yoshikazu Yasuhiko Gundam The Origin. Yasuhiko-sensei fue el diseñador de personajes de la serie (una de las “tres patas” creativas de Gundam junto con Yasuyuki Tomino –el director y creador del concepto– y Kunio Okawara–diseñador de mechas–) y, tras unos años de dedicación al anime, se volcó enteramente en el manga, campo en el que se ha destapado como un verdadero genio.
Yo, si os tengo que decir la verdad, no me había interesado en Gundam hasta hace muy poco. Ya hacía tiempo que me interesaba, pero nunca encontraba el momento y además estaba muy desorientado con tanta serie y versiones (no sabía por dónde empezar, vamos). Concretamente el motivo de que empezara a meterme en Gundam fue la visita al Salón del Manga 2008 de Yasuhiko-sensei y su editor, Tomoya Hirao. Yasuhiko-sensei resultó ser una persona encantadora, modesta y en definitiva fue un gran placer y un honor poder conocerle y trabajar con él. Hirao, aparte de ser un editor increíble y apasionado, es el mayor friki de Gundam del mundo mundial y consiguió transmitirme su pasión. Por si fuera poco, una vez en Japón, me dejó las películas-resumen de Gundam y me regaló una colección completa del manga Gundam The Origin. Ahora soy un Gundam-adicto declarado. Estoy enamorado de la historia y del planteamiento, y asombrado por la profundidad de su temática y de los acontecimientos que ahí se suceden, unos planteamientos muy avanzados a su tiempo. ¡Fueron realizados hace 30 años (y copiados vilmente por Hideaki Anno en Evangelion, por cierto. ¡Menudo plagio de Gundam es Evangelion!)! Estoy impresionado por la maestría con los lápices de Yasuhiko-sensei (¡sus dibujos a color con acuarelas, sobre todo, son preciosos!)
En fin, si os interesa Gundam, de verdad recomiendo encarecidamente el manga Gundam The Origin (publicado en España por Norma), que es un recuento en manga de la serie original de anime, con más detalle y que además explica cosas que no se aclaran en el anime (como el pasado de Char Aznable). Es una obra maestra del manga en general.
Jolines, menuda diatriba me ha salido... ¿He conseguido convenceros de lo rabiosamente buena que es Gundam? XD

Bonus track: ¡que no falte la foto friki!

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miércoles, 12 de agosto de 2009

Shinpika Mizuki Shigeru-den

  • Título: 神秘家水木しげる伝 –Shinpika Mizuki Shigeru-den– (Autobiografía del “misteriorista” Shigeru Mizuki)
  • Autor: Shigeru Mizuki
  • Editorial: Kadokawa Shoten
  • Revista: Kai
  • Años publicación: 2006-07
  • Clasificación: seinen, autobiografía
  • Tomos: 1


No creo que, después de haber leído la Autobiografía de Shigeru Mizuki, hubiese reparado nunca en esta obra, una de las más recientes del veteranísimo autor. Pero resulta que los tres tomos de la Autobiografía los conseguí en una subasta por internet y que este tomo venía como regalo extra del subastador. Así, sin comerlo ni beberlo, acabó en mi casa y me lo leí después de terminar los tres tomos de la biografía.
Estamos, de nuevo, ante una obra autobiográfica de Mizuki, la enésima después de Nonononbaa to ore y Mizuki Shigeru-den, y básicamente cuenta lo mismo que esta última. Pese a todo, a mí me ha gustado mucho leerla ya que, a pesar de el contenido es muy parecido, esta obra lo cuenta todo de forma más resumida (son 350 páginas, frente a las 1500 de la autobiografía) y por lo tanto más fácil de digerir.

Mizuki dibujando manga con su mujer embarazada de su primera hija

También incorpora algunos elementos de fantasía, como fantasmas corriendo por ahí, y sobre todo subsana uno de los defectos que le encontré a la autobiografía extensa. Aquí sí, cuenta Mizuki cómo empezó a dibujar, por qué se sintió atraído por el dibujo y por qué decidió hacerse dibujante. Además, como es una obra realizada un par de años después de la autobiografía, hacia el final cuenta cosas como la inauguración del museo y la calle en su honor en su pueblo, Sakai-Minato (que en la autobiografía relata de forma bastante circunstancial), y también comenta lo del premio que ganó en Angoulême por Nonnonbaa to ore.
El máximo defecto que se le puede achacar a esta obra es que, claro está, por su corta extensión no se recrea demasiado en según qué cosas y pasa muy por encima de un suceso a otro de su vida, pero como biografía resumida la verdad es que está muy bien.
Si me dijeran que alguien quiere publicar en España la autobiografía de Mizuki y me pidieran que eligiera entre esta obra o Mizuki Shigeru-den, la verdad es que no sé qué haría. Por un lado, la autobiografía es extensísima y detalladísima, muy interesante, pero son 3 tomos de 500 páginas, con lo que el coste de producción se dispararía y, dependiendo de las ventas que obtuviera, si fueran bajas sería un negocio ruinoso. Por otro, este libro es menos interesante pero es un solo tomo, por lo que sería más fácil de amortizar. Hmmm, ¿vosotros qué haríais?

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lunes, 10 de agosto de 2009

Kappa Sen’ichi ya (Las mil y una noches kappa)

  • Título: 河童千一夜 –Kappa Sen’ichi ya– (Las mil y una noches kappa)
  • Autor: Shigeru Mizuki
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Varias
  • Años publicación: 1986 (esta edición)
  • Clasificación: shōnen, seinen
  • Tomos: 1


Probablemente, si sois asiduos a la lectura de manga, conoceréis la figura de los kappa, estos seres que viven en pantanos y ríos de aguas claras, que tienen apariencia de tortugas, con membranas entre los dedos, una coraza a la espalda y un peinado en plan fraile budista. En plena coronilla, tienen una especie de “plato” que siempre debe estar lleno de agua, porque si se vacía, el kappa morirá. A los kappa les encantan los pepinos y luchar al sumo, entre otros tópicos que se repiten a la saciedad en los manga y anime. En fin, si queréis información más detallada, os remito a la Wikipedia.
Una de las obras más conocidas de Shigeru Mizuki, el maestro manga del folklore y los seres sobrenaturales de Japón, es Kappa no Sanpei, es decir, Sanpei el kappa. Aún no he podido leer Sanpei, por lo que nada puedo decir de ella, pero hace años cayó en mis manos este libro sobre kappa también dibujado por Mizuki, aunque hasta hace muy poco no había encontrado el momento para leerlo. Este libro es el primero de una serie de cuatro publicados por Kōdansha a mediados de los años 80, y cada uno de ellos tenía la particularidad de ser una recopilación de historias cortas relacionadas con un tema o un ser sobrenatural en concreto. Así, el tomo 1 va sobre kappa.
Lamentablemente, en ninguna parte aparece la fecha ni la revista original de publicación de las historias recopiladas en este libro, pero por lo que he podido investigar, muchas de ellas fueron publicadas en tomo por primera vez en 1970 por la editorial Futabasha, así que se puede deducir que son historias creadas durante los años 60 en varias revistas.

Historias de kappa

Ha sido bastante sorprendente leer este grueso tomo de 367 páginas porque la imagen de los kappa que da Mizuki es muy diferente a la imagen que se fomenta actualmente de ellos. Me explico, en la amplia mayoría de las obras en las que aparecen kappa creadas en los últimos años, se nos presenta a estos seres como personajillos adorables, monísimos y muy inocentes. Esto no significa necesariamente que sean obras malas, sino que la imagen que dan de los kappa es muy diferente a la visión tradicional de ellos.
Por cierto, aprovecho para recomendaros la peli de anime El verano de Coo, que ha sacado recientemente Selecta Visión. La verdad es que es cosa fina, una película maravillosa que me temo pasará desapercibida pese a su grandísima calidad. El verano de Coo, con un planteamiento muy Ghibli, está protagonizada por un adorable kappa.
La imagen tradicional de los kappa, en contraposición, es la de peligrosos seres que, a la que te despistas, te atrapan y te succionan las entrañas por el agujero del culo. Como veis muy lejos de los kappa actuales. Pues bien, en estas obras de Mizuki no es ni una cosa ni la otra: los kappa son feos y bastante tontuelos, pero no tienen ni pizca de maldad y acaban a menudo siendo víctimas de los humanos, que se aprovechan de ellos o directamente los matan. Se trata de un punto de vista intermedio entre la visión tenebrosa que se tenía de ellos hasta el siglo XIX y la imagen adorable que se fomenta actualmente, lo que es bastante curioso ya que podríamos decir que Mizuki es como el “eslabón” que une a las dos tendencias de presentar a estos seres.
Las historias en sí están bastante bien, algunas son mejores y otras peores, pero en general tienen una pátina bastante oscura y tenebrosa que hace que la obra se quede más en el terreno del seinen que del shōnen. El tomo se complementa con un par de historias no relacionadas con los kappa, pero también muy interesantes.

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viernes, 7 de agosto de 2009

Tetería Kitarō

  • Nombre del lugar: 鬼太郎茶屋 Kitarō Chaya (Tetería Kitarō)
  • Dirección: 5-12-8 Jindaiji-Motomachi Chōfu-shi, Tōkyō-to (182-0017) (Google Maps)
  • Cómo ir: En bus Keiō u Odakyū (dirección Chōfu-eki kitaguchi) desde las estaciones de Mitaka o Kichijōji (JR línea Chūō) / En bus Keiō (dirección Jindaiji) desde las estaciones de Chōfū o Tsutsujigaoka (Keiō) / En bus Keiō u Odakyū (dirección Mitaka-Kichijōji) desde la estación de Chōfu (Keiō). Parar en las paradas Jindaiji Iriguchi o Jindaiji Shōgakkō y andar unos cinco minutos
  • Precio: entrada gratuita
  • Horario: De 10.00 a 17.00. Último pedido de comida o bebida a las 16.30. Cerrado los lunes no festivos.
  • Web (solo en japonés): http://www.youkai.co.jp/chaya.html

Cuando Shigeru Mizuki se mudó definitivamente a Tokio, fue a parar a la entonces pequeña ciudad de Chōfu, al oeste de la capital japonesa, y aún vive allí desde hace décadas. Por tanto, en Chōfu también le tienen un aprecio especial al anciano maestro mangaka, y en 2003 decidieron dedicarle un pequeño espacio: esta “Tetería Kitarō” (Kitarō Chaya).

La tiendecida de merchan y paridillas

Fue en marzo de 2008 cuando me entraron ganas de dar un friki-paseo de los míos y decidí ir primero a la Kitarō Chaya y después al bar-restaurante Jackson Hole (de Nana), ya que ambos sitios están en Chōfu y calculé que podía ir por la mañana a la tetería y luego llegar al Jackson Hole justo para la hora de comer. Desde la tetería hasta el Jackson Hole hay un buen trecho, unos 40 minutos andando o así, y no puedo decir que recomiende especialmente el paseo ya que no vi nada interesante en el camino: ninguna tienda rara, ningún templo misterioso, nada. Así que, si quieres ir a la Kitarō Chaya, tal vez es mejor ir y volver en bus y punto.

¿Qué mejor lugar para relajarse que la terracita? ¡Genial!

En fin, ¿y qué es la Kitarō Chaya o “Tetería Kitarō”? Pues se trata de una antigua tetería de madera tradicional japonesa, perfectamente conservada, solo que adornada con motivos yōkai desde que en 2003 fue convertida en lo que es ahora. Es un sitio encantador. En la planta baja tenemos una zona en la que se vende todo tipo de merchandising relacionado con la obra de Mizuki, incluidos libros y mangas suyos, y un apartado con dos o tres mesas donde uno puede sentarse a tomar un té (por supuesto, que por algo es una tetería) y algún dulce. Destaca el Medama oyaji kuri zenzai (Zenzai con castaña del “padre ojo”), donde se nos sirve un delicioso zenzai con una bolita de mochi que representa al padre de Kitarō (básicamente, un ojo con patas). Estaba muy bueno, por cierto. Ah, también destaca la “Cerveza Kitarō” y otras chorradillas del estilo.

Aquí te puedes sentar a tomar tu té o tu comida. Atención a los detallitos y muñequitos.

Luego, se puede subir por una estrecha y empinada escalera de madera al piso de arriba, donde hay una pequeña muestra de estatuillas yōkai y demás, así como una encantadora terracita en la que relajarse un rato en medio de la tranquilidad de la zona, ya que da a un pequeño estanque con tortugas. Lo que más me gustó de la tetería es la generosa cantidad de detallitos que hay por todas partes, como muñequitos de seres sobrenaturales por aquí o por allá, pequeñas representaciones de yōkai pintadas o colgadas en los sitios más inesperados, etcétera. Se nota que lo hicieron con muchísimo cariño.

Detalles encantadores por doquier

La Kitarō Chaya está situada al principio de una pequeña calle que lleva al templo budista Jindaiji. Es una de las típicas “calles de peregrinaje” con numerosos comercios tradicionales que venden recuerdos, comida y amuletos varios (como muñecos daruma). Este tipo de calles que conducen a templos pueden ser encantadoras o más bien sosas, pero en el caso del Jindaiji os aseguro que es una de las calles más con más carisma que he visto en Japón; realmente bonita y con mucha variedad de tiendas, chiringuitos y ambiente.

¡Y más detalles!

Francamente, hay que tener bastantes ganas de ir a este lugar, ya que el acceso es bastante complicado e implica subir a un bus, lo que no es fácil si uno no sabe japonés o va con alguien que sepa. Aun así, tampoco es imposible llegar si uno se enrolla con los pasajeros del autobús o con el conductor y les dice que “avíseme cuando lleguemos al Jindaiji, kudasai”. Si tienes una mañana en Tokio, no sabes qué hacer y te gusta o interesa el mundo de Shigeru Mizuki, recomiendo mucho esta visita. Por cierto, creo que se puede combinar bien con una visita al Museo Ghibli, ya que desde la estación de Mitaka (donde está Ghibli) se puede tomar un bus hacia el templo Jindaiji.

¡Y más estatuillas y detalles!

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miércoles, 5 de agosto de 2009

GeGeGe no Kitarō

  • Título: ゲゲゲの鬼太郎 –GeGeGe no Kitarō–
  • Autor: Shigeru Mizuki
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Shōnen Magazine
  • Años publicación: 1965-70
  • Clasificación: shōnen
  • Tomos: 9

No se puede hablar del gran autor Shigeru Mizuki sin mencionar su obra más conocida, GeGeGe no Kitarō. Antes de empezar con la reseña, quiero puntualizar que Kitarō es un personaje con muchas versiones, ya que Mizuki lo ha estado utilizando durante toda su vida profesional: ya empezó con él en su época de dibujante de obras de “teatro ilustrado” kamishibai, cuando lo tituló Hakaba no Kitarō (Kitarō del cementerio), y luego, a finales de los 50, recuperó al personaje para el mercado de librerías de manga de alquiler (kashihon’ya), con el mismo título y con un enfoque bastante siniestro.
En 1965, en pleno boom de las revistas semanales de manga, la editorial Kōdansha se fijó en Mizuki para que creara una nueva obra para la Shōnen Magazine, a lo que él respondió recuperando el personaje de Kitarō y suavizando sus características para que fuera apto para el público juvenil que leía la revista. El título siguió siendo Hakaba no Kitarō hasta que, en el momento de adaptar la obra para la televisión, le pidieron a Mizuki que cambiara el título a algo menos siniestro porque si no sería imposible conseguir un patrocinador. Así, Mizuki decidió ponerle GeGeGe no Kitarō (“Gege” es la onomatopeya japonesa para cuando te dan un susto espantoso, y además era el mote de juventud del propio Mizuki), título con el que pasaría a la posteridad.
Después de que GeGeGe no Kitarō fuera cortado en la Shōnen Magazine, la Shōnen Sunday de Shōgakukan recuperó al personaje y le dio una nueva oportunidad, y desde entonces Kitarō ha aparecido en multitud de ocasiones, en varias revistas para varias editoriales. No sé cuántos tomos ocupan en total las “obras completas” de Kitarō porque francamente es muy lioso todo el asunto, pero aquí voy a centrarme únicamente en la edición para Shōnen Magazine, de 9 tomos, que fue la que sacó al personaje del ostracismo y le permitió triunfar. Como veis en el scan de la portada que pongo aquí, el título es ゲゲゲの鬼太郎 (GeGeGe no Kitarō) pero arriba, en pequeñito, pone 「墓場の鬼太郎」改名, que vendría a ser algo como “anteriormente titulado Hakaba no Kitarō”. En la cotizadísima primera edición de este tomo, el título era pues Hakaba no Kitarō, pero luego fue cambiado a GeGeGe no Kitarō –mi edición es la 2ª, de 1968–. Esta inscripción que figura en mi tomo solo figuró durante un tiempo; a partir de poco ya desaparecería y solo pondría ゲゲゲの鬼太郎 (GeGeGe no Kitarō).

Kitarō y algunos de sus coleguillas monstruosos

Bueno, ¿y de qué va el famoso Kitarō? Pues son episodios autoconclusivos, que pueden tener entre veinte y ciento y pico páginas, sobre varias aventuras vividas por Kitarō, el último superviviente (junto a su padre: un ojo parlanchín y con patas) de la tribu de los Espíritus. Kitarō es una especie de niño misterioso que siempre va con el flequillo tapándole un ojo (en realidad no tiene ojo ahí, sino la cuenca vacía), una chaqueta a rayas amarillas y negras y unos zuecos de madera. No se sabe muy bien qué es Kitarō, puesto que a lo largo de las historias demuestra tener extraños poderes, como por ejemplo el de la regeneración, que lo hacen inmortal. El caso es que el protagonista se ve inmerso en todo tipo de aventuras en las que intervienen fantasmas, espectros, seres sobrenaturales y todo tipo de yōkai del imaginario japonés; normalmente, Kitarō acaba ayudando a los seres humanos, aunque normalmente estos se sienten repelidos por él.
La gracia del manga es esta atmósfera oscura y de “terror” que desprende, así como todos los yōkai que van apareciendo. Esta obra tuvo tanto éxito en su momento, sobre todo gracias a su adaptación animada, que generó toda una fiebre por los yōkai en Japón; así, los niños empezaron a coleccionar figuritas de yōkai y a saberse de memoria todas las características de estos “terroríficos” monstruitos.
A mí el manga de Kitarō me ha gustado bastante, aunque la verdad tampoco le veo tanta gracia: hay otras obras de Mizuki que me han gustado mucho más. Pero también es verdad que sin Kitarō no habría habido todas estas otras obras que a mí tanto me gustan, y Mizuki nunca habría dejado de ser un mangaka del montón. Kitarō ha gozado de ni más ni menos cinco series de anime, una por cada década desde los años 60, y luego algunas miniseries paralelas. La adaptación más reciente terminó a finales de marzo de este año, con un total de 100 episodios. Por si fuera poco, los años 2007 y 2008 se realizaron películas de imagen real basadas en este personaje, por lo que se puede decir que Kitarō sigue gozando de muy buena salud en Japón pese a contar ya con 60 añitos a sus espaldas.

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