jueves, 26 de marzo de 2009

Gekiga Hyōryū (A la deriva en el gekiga)

  • Título: 劇画漂流 –Gekiga Hyōryū– (A la deriva en el gekiga)
  • Autor: Yoshihiro Tatsumi
  • Editorial: Seirin Kōgeisha
  • Revista: Mandarake manga mokuroku / Mandarake ZENBU
  • Años publicación: 1995-2006
  • Clasificación: seinen, autobiografía
  • Tomos: 2


Como buen aficionado a la historia del manga no pude evitar emocionarme cuando me enteré de que en noviembre y diciembre de 2008 se puso a la venta la recopilación en dos tomos de la autobiografía de Yoshihiro Tatsumi, esta Gekiga Hyōryū que fue publicada por entregas entre 1995 y 2006 en los catálogos de manga vintage de la famosa tienda Mandarake. Por cierto, la edición de los tomos conmemora el 50º aniversario de la palabra gekiga (luego explico de qué va esto). Por supuesto, no tardé en hacerme con ella y aquí está mi reseña.
Vivimos tiempos felices los amantes del manga clásico, ya que además, en este mes de marzo se ha puesto a la venta en Japón la tan esperada recuperación de la mítica Shin-Takarajima, La nueva isla del tesoro. Me refiero a la original, la de Shichima Sakai y Osamu Tezuka (en contraposición al “remake” que Tezuka hizo a principios de los años 80 para que se incorporara a sus obras completas y que editó Glénat en España hace un par de años). Por supuesto, esta edición de Shin-Takarajima, la primera desde que se lanzó el manga en 1945, también forma parte de mi colección... concretamente, la edición de lujo (porque han salido dos, la normal y la de lujo, que cuesta 8.000 yenazos pero es... ¡Un peazo lujo!). A ver cuándo tengo un rato para saborear Shin-Takarajima y compararla con el remake ochentero de Tezuka. No dudéis que cuando lo haga aquí habrá la correspondiente reseña.
En fin, no me voy más por las ramas. Empecemos por hablar de quién es Yoshihiro Tatsumi, ¿os parece? En Japón, Tatsumi no es un autor demasiado conocido, la verdad, ni en Occidente tampoco, pero por supuesto tiene sus seguidores. Este histórico autor empezó a trabajar durante los años 50 y destacó por ser uno de los primeros dibujantes que quisieron desmarcarse del manga eminentemente infantil de aquella época para empezar a crear algo que fuera más allá, algo que pudieran disfrutar lectores más adultos. Y fue el que inventó la palabra “gekiga” (dibujos dramáticos), un término que estuvo muy en boga durante los años 60 y 70 pero que luego cayó en desuso y ahora solo se usa para las obras de corte adulto de autores de los años 60 y 70 (por ejemplo, El lobo solitario y su cachorro es un ejemplo perfecto de lo que la palabra gekiga define en el Japón actual).
En los años 50, la palabra “manga” era sinónimo de cómic para niños, de trazo infantiloide y trama simplona (los que hayáis leído Astroboy, por ejemplo, tenéis un buen ejemplo de lo que era un “manga” en la época, y pongo Astroboy como ejemplo porque es prácticamente el único ejemplo que tenemos editado en España de una obra de entonces). Ahora esta percepción ha cambiado mucho y “manga” designa al cómic en general, sea para niños, para jóvenes, o incluso pornográfico. Pero en aquella época, Tatsumi y sus compañeros no querían que sus obras quedaran etiquetadas con la palabra “manga”, ya que ellos hacían “manga que no es manga” (un poco como la reticencia actual de algunos autores a llamar “cómic” a su arte para usar en cambio la expresión “novela gráfica”). Así, para diferenciar su arte de lo que hacían los demás autores de la época, Tatsumi decidió acuñar el término gekiga, una palabra que significa literalmente “dibujos dramáticos”. Pero como he dicho antes, esta palabra cayó en desuso durante los años 80 y pasó a ser sustituida por el término “seinen manga”, es decir, “manga para público adulto”.

El adolescente Tatsumi va a visitar a su admirado Osamu ("dios") Tezuka, cuando este todavía vivía en la casa de sus padres y apenas acababa de debutar

El gekiga se caracteriza por un trazo realista que huye de los típicos ojos grandes y caricatuzaciones, así como por argumentos muy trabajados y a menudo llenos de dureza, violencia, sexo e incluso de consideraciones de tipo político. Es decir, absolutamente nada que ver con Astroboy y su tropa.
En Gekiga Hyōryū, Tatsumi nos narra una parte de su vida que va desde el fin de la II Guerra Mundial en 1945 hasta principios de los años 60, y lo hace a través de 800 páginas repletas de datos y anécdotas divididas en dos gruesos tomos. A pesar de que es una autobiografía, Tatsumi no utiliza su propio nombre en el cómic, sino que el protagonista se llama “Hiroshi Katsumi”, lo que a mí francamente me parece muy raro, máxime cuando casi todos los demás personajes de la historia sí aparecen con su nombre real. Pero bueno, sus razones tendría...
En el cómic se nos narran por ejemplo los primeros pasos de Tatsumi en el mundo del manga, cómo se quedó alucinado con las obras de Osamu Tezuka en su adolescencia, cómo conoció al propio Tezuka, cómo empezó a publicar algunas historias, etc. Luego pasa a la fundación de la mítica revista-compilación Kage y a su pugna por crear “manga que no es manga” (o sea, lo que luego bautizaría como “gekiga”). Todo esto amenizado con numerosas notas y aclaraciones sobre la sociedad y política japonesa de cada época que trata, lo que resulta muy interesante para contextualizar lo que nos cuenta. En la historia vemos cómo va evolucionando la manera de pensar y de considerar el manga de Tatsumi, a la vez que el propio mercado del manga iba cambiando, sobre todo gracias a la eclosión de las librerías de alquiler (kashi hon’ya), que se alimentaban de los autores y de las editoriales que surgieron a su estela y que generaron un gran mercado en la época.

Puntos a favor:
  • Me ha parecido una obra muy entretenida e interesante y la he devorado.
  • Los numerosos datos que ofrece sobre historia, sociedad y política de la época, que ayudan a contextualizar lo que nos cuenta.
  • ¡¡¡¡Tatsumi es de Osaka y vivía en Hotarugaike, justo al lado de donde vivía yo durante mis tres años en Osaka!!! Las viñetas donde salen los trenes Hankyū, el Hospital Toneyama y toda esa zona me han encantado.
  • Casi todo el manga está en dialecto de Kansai cerrado. Me encanta el dialecto de Kansai.
Puntos en contra:
  • Tiene que gustarte el manga clásico y la historia en general para disfrutar este manga.
  • El manga se acaba justo al entrar los años 60. ¿Qué hay del resto de la vida de Tatsumi?
  • El protagonista se llama Hiroshi Katsumi en vez de Yoshihiro Tatsumi. ¿¡Por qué!?
  • La historia se centra casi exclusivamente en la faceta de Tatsumi como mangaka. Casi no se nos cuenta nada acerca de actividades, sentimientos o problemas fuera de lo que es el mundo del manga.
Por cierto, en primicia os diré que en la solapa de los tomos, donde ponen la biografía de Tatsumi y tal, se dice que “desde incluso antes de que se publicaran estos dos tomos en Japón, se ha decidido ya su publicación en inglés y español, y se espera que se vayan definiendo otras ediciones internacionales muy pronto”. ¿En español? Fíjate, habré descubierto una primicia de alguna editorial sin comerlo ni beberlo. Tiene pinta de Ponent Mon, ¿no? ¿O será La Cúpula, que ha editado algunas obras de Tatsumi? Chi lo sa...

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martes, 24 de marzo de 2009

Entrevista en el Heraldo de Aragón

El periodista Oscar Senar me realizó hace poco una entrevista para el Viñetario, el nuevo blog sobre tebeos del periódico El Heraldo de Aragón. Os recomiendo el blog, porque aunque aún es muy nuevo tiene pinta de que va a ser un buen blog de información sobre tebeos. Por cierto, ya ha habido varios intentos de blogs sobre cómics en general para periódicos, algunos de ellos ya consagrados (y otros lamentablemente desaparecidos o inactivos), pero... ¿Para cuándo un blog de manga en un periódico?

Aquí va la entrevista, que tiene dos partes:
Por cierto, ya estoy empezándome a quitar de encima el mega-pico de trabajo que ha venido acosándome los últimos meses, por lo que espero poder retomar este blog dentro de poco, que tengo ganas de ir comentando cosas que he estado leyendo o que tengo pendientes en la pila de material para leer. ¡Espero no demorarme mucho!

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miércoles, 18 de marzo de 2009

Tokyo Anime Fair 2009

Como ya hice en su momento con la Jump Festa y el Comiket, es el momento de comentar una nueva feria de nuestro ámbito, el manga y el anime. Estoy hablando, por supuesto, de la Tokyo Anime Fair (TAF para los amigos), edición 2009. Este es el cuarto año seguido que tengo la suerte de asistir a este evento, el más importante dedicado exclusivamente al anime, que este año cumple su octava edición. Por lo tanto, estamos ante una feria relativamente joven pero que poco a poco se va consolidando como un referente muy importante en el mercado. El TAF se celebra en el centro de convenciones Big Sight, igual que el Comiket, pero solo ocupa una parte de uno de los enormes pabellones (mientras que el Comiket ocupa absolutamente todo el espacio, incluidas las zonas exteriores).

El impresionante stand de Fuji TV, que este año cumple su 50º aniversario

Keroro delante del stand de TV Tokyo (muy sencillito comparado con el de otros años)

La feria tiene dos grandes ejes y los cuatro días que dura (este año, del 18 al 21 de marzo) se dividen claramente según ellos: por un lado, tenemos los dos primeros días, en los que el evento está cerrado al público generalista y solo se permite la entrada a los profesionales del sector. En estos dos días, hombres y mujeres de negocios se reúnen en la feria para cerrar contratos, pulir asperezas y diseñar estrategias, por lo que el color que más predomina en el TAF es el negro o gris de los trajes, corbatas y maletines (un contraste bastante curioso el de ver tanta gente encorbatada en medio de personajes de anime de ojos mega-grandes ^_*). Aquí, por ejemplo, se suelen establecer primeros contactos para la compra de nuevos anime para su edición en DVD o emisión el TV en España y todos los demás países del mundo, o bien seguir peleando negociaciones cara a cara, o bien, si hay suerte, cerrar acuerdos y firmar los contratos.

Stand de Sunrise, con un enorme póster de Gundam dibujado por Yoshikazu Yasuhiko

Stand de Gainax, promocionando la peli de Tengen Toppa Gurren Lagann (o como se escriba XD)

El segundo eje, por supuesto, es el lúdico. Así, los dos últimos días la feria se abre al público y se llena de gente que curiosea entre los stands, así como de cosplayers y gente de todo tipo. Este año, los días para profesionales son miércoles y jueves y los de público generalista viernes y sábado porque este viernes es festivo en Japón. Normalmente, se celebra jueves y viernes para profesionales y sábado y domingo para todo el mundo.

El año 2009 es el año de Cyborg 009, la obra cumbre de Ishinomori

Stand de ADK, con un gran Doraemon encima

Tengo que decir que yo siempre he ido al evento durante los días de profesionales para así poder curiosear por entre los stands. Como mi objetivo no es otro que el de fisgar y mirar qué es lo que se mueve en este mundillo, prefiero ir durante estos días en los que se puede pasear tranquilo, los niveles de ruido son relativamente bajos y es fácil hacerse con panfletos, información variada e incluso pequeños gadgets de regalo. Esto, en los días de público general, sería mucho más agobiante y supongo que el ambiente no se diferencia mucho del de un Salón del Manga al uso.
Debo decir que esta feria es curiosa porque no presenta muchos stands donde poder comprar merchandising, como pasa en Europa o América. Básicamente todos son stands de estudios de animación, cadenas de televisión, escuelas, intermediarios de derechos y cosas así, donde lo máximo que puedes conseguir son panfletos publicitarios y alguna pegatina que otra. Aun así, hay una pequeña área con stands-tienda donde venden merchandising, y la tienda oficial del TAF, donde venden algunas cosillas variadas.


Promocionando el nuevo anime de Fullmetal Alchemist en el stand de Aniplex

Un sitio tezukiano para que los niños se diviertan. Hoy, claro (día de negocios) estaba vacío

Este año francamente he notado bastante el tema crisis. Me explico: aunque la superficie disponible es ligeramente mayor que en años anteriores, y había mucha más gente pululando por los stands que otros años (y muchos más extranjeros, por cierto), la calidad y espectacularidad de los stands es mucho menor que en otros años, donde había algunos simplemente impresionantes. Por ejemplo, recuerdo que el del año pasado de Mad House era bastante resultón, grande y espectacular, pero este año se han limitado a poner un stand normalito, sin casi decoración. Y lo mismo para muchos los expositores, que han recortado gastos visiblemente. Además, la generosidad de los expositores con los visitantes también es menor, ya que mientras otros años regalaban pegatinas, pins y cosas así, este año hay que conformarse con sencillos papeles impresos.

Promocionando la nueva peli de Yamato. ¡Yuju! (por la peli, no por la chica XD. Bueno, vale, también por la chica)

Como el TAF se celebra justo antes de empezar abril, que es el inicio del año fiscal y del año escolar (cuando también empiezan muchos programas nuevos de tele, entre ellos anime) la feria sirve como escaparate para la presentación de nuevos proyectos, y por lo tanto muchos medios del mundillo del manganime tienen sus ojos puestos en ella. Por ejemplo, estoy seguro de que los chicos de Ramen para dos irán haciendo un seguimiento exhaustivo de lo que vaya ocurriendo allí, así que no me extenderé en este sentido.
Otras historias que se celebran o se hacen alrededor del TAF son, por ejemplo, la zona de nuevos creadores, donde jóvenes prometedores presentan sus obras para intentar hacerse un hueco en el mundillo; la zona de exposiciones (la de este año era la misma que la del año pasado, y va sobre museos y lugares relacionados con el manga que hay dispersados por Japón); y la concesión de los premios especiales de la industria (cuya lista de este año está aquí).

Diorama de Ponyo, ganadora a la mejor peli del año, en el stand del Studio Ghibli

Un enorme y entrañable Anpanman

En definitiva, se trata de un evento que cada vez va a más y que resulta muy interesante para estar al día de lo que se cuece en el mundillo del anime.

Y se despide este reportero dicharachero: Tobe! Tobe tobe Gatchamaaaan!

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martes, 17 de marzo de 2009

Shōnen Magazine y Shōnen Sunday, 50 años de éxitos

Si 2008 pasó a la historia del manga por, entre otras cosas, ser el año del 40 aniversario de la mítica Shōnen Jump, en 2009 celebramos una doble efeméride: el 50 aniversario de las revistas Shōnen Mazagine y Shōnen Sunday. Y este 50º aniversario se cumple justamente HOY. Efectivamente, el 17 de marzo de 1959 salieron al mercado, al mismo tiempo, las dos primeras revistas semanales de manga shōnen de la historia. Hasta aquel momento, pese a que el manga se estaba haciendo cada vez más y más popular, la tendencia habitual en las publicaciones de manga era sacar un número cada mes. Así, la publicación de estas dos revistas instauró una nueva manera de hacer las cosas ya que la cadencia semanal para revistas de este tipo era en principio una idea totalmente descabellada. Pero aun así, la idea recibió el favor del público y, con la incorporación casi diez años después de la tercera gran revista de manga shōnen semanal (la Shōnen Jump) se entró en una edad de oro del manga que duró décadas, hasta bien entrados los años 90. Por supuesto, estas tres revistas no fueron las únicas que hubo, pero sí las más importantes y las tres que aún perduran hoy en día como líderes del mercado del shōnen.

Número inaugural de la Sunday

Cuando vi el número conmemorativo del 50º aniversario de la Shōnen Sunday puesto a la venta en Japón hace un par de semanas (en Japón es curioso, porque las revistas y publicaciones suelen salir semanas antes de la fecha que marca la cabecera, y el caso del número que digo yo, el 14 de 2009, está fechado 18 de marzo cuando salió unas dos semanas antes de eso) casi me entra un síncope. ¡Me pareció estar viendo el primer número de la Sunday, una imagen que tantas veces he visto! Pero no, los editores de la revista se marcaron el detallazo de imitar la misma portada del número 1, con las mismas tipografías y el mismo diseño, solo cambiando la foto del niño susurrándole al oído del sempiterno jugador de béisbol Shigeo Nagashima por otra foto tomada de idéntica manera pero protagonizada por uno de los mejores jugadores japoneses de la actualidad, Daisuke Matsuzaka. ¡Aquello fue orgásmico para mi alma de friki del manga retro!

La portada "tributo" del 50º aniversario

En este número conmemorativo de la Sunday se incluye un manga de 50 páginas guionizado por Akira Hamanaka y dibujado por Hitotsuki Yamada titulado Shūkan Shōnen Sunday Sōkan Monogatari (Historia del inicio de la publicación de la Shōnen Sunday semanal), en el que, como su título indica, se nos cuenta la historia de los inicios de la revista. Se trata de un manga muy interesante y es posible que esté ya dando vueltas por ahí en forma de scanlation, así que si os interesa el tema no dudéis en buscarlo y, si tenéis suerte, encontrarlo y leerlo. En él se nos narra cómo a Kiichi Toyoda, un joven editor de la casa, se le ocurre la loca idea de publicar una revista de manga semanal en del seno de la editorial Shōgakukan. Esta editorial hasta el momento había estado especializada en revistas para público infantil, básicamente de información y aprendizaje, y no tenía experiencia en el manga. Pero aún así, Toyoda se las apaña para convencer al director de la editorial y empezar el proyecto. Sin embargo, al cabo de poco se enteran de que la gran rival Kōdansha (que sí hace años que edita manga y revistas de manga, y por lo tanto tiene una gran cantera y mucha experiencia) está preparando una nueva revista por su parte con la misma idea, es decir, una revista de manga shōnen de periodicidad semanal. Empieza entonces una ardua lucha por ver cuál de las dos publicaciones conseguirá salir primero al mercado y logrará el honor de ser “la primera”.

Número inaugural de la Magazine

Así, vemos cómo los editores de la Sunday convencen primero al “dios” Osamu Tezuka para que publique con ellos, y luego fichan a grandes autores como Mitsuteru Yokoyama, así como a jóvenes y desconocidos talentos como por ejemplo el dúo Fujiko Fujio (sí, sí, los que en los años 70 triunfarían con Doraemon), entre muchos otros. Así, las fechas de salida de la revista se van avanzando hasta que al final las dos revistas en contienda llegan a la conclusión de que tendrán que salir el mismo día: el 17 de marzo de 1959. Pero aún queda algo por decidir: ¡el precio! Como tenían que imprimir en la misma imprenta, el manga nos muestra una curiosa competición de paciencia: no van a imprimir la revista hasta que sepan el precio que pone el rival y, por lo tanto, puedan vender la suya más barata. Así, tras una tensa noche y al filo del tiempo disponible, los editores de la Magazine, incapaces de aguantar más, fijan un precio de 40 yenes. Así, al verlo, los de la Sunday deciden valorar su revista en 10 yenes menos, o sea, 30 yenes. Ambas revistas se imprimen correctamente y salen al mercado el mismo día exacto, hoy hace exactamente 50 años.
Al igual que pasó con la Shōnen Jump con su 40º aniversario, lamentablemente no estoy viendo grandes movimientos ni en la Magazine ni en la Sunday para celebrar de forma muy especial la gran efeméride, más que la portada asociada del año pasado con Conan e Ippo dándose la mano (un hito HISTÓRICO, ¡dos revistas de editoriales rivales colaborando juntas!), este número especial de la Sunday con el tributo de la portada y el manga con la historia del inicio de la revista, así como la edición por parte de Kōdansha del manga Seishun Shōnen Magazine 1978-1983 de Makoto Kobayashi. Este manga, por cierto, nos narra las vicisitudes de este autor mientras publicaba en la Magazine la obra 1-2 no Sanshirō. Comentaré este tomo más adelante (ahora justo me lo estoy leyendo). Me encantaría que se hubiesen publicado libros especiales con la historia detallada de estas tres revistas, y comentarios e imágenes de sus manga más representativos, entrevistas a los autores más conocidos, etcétera, pero al parecer me voy a quedar con las ganas, jo.

La histórica portada doble del año pasado en la que los personajes más importantes de la Magazine (izquierda, Ippo) y de la Sunday (derecha, Conan) se dan la mano.

Por cierto, una lista de los manga más importantes que se han publicado en estas revistas, para que os situéis mejor:

Shōnen Sunday: casi toda la obra de Rumiko Takahashi (como Lamu, Ranma 1/2, Inu-yasha...), casi toda la obra de Mitsuru Adachi (Touch, H2, Cross Game...), Detective Conan, Osomatsu-kun, Mōretsu A-tarō, Obake no Q-tarō, Kamui Gaiden, Patlabor, Kekkaishi, Zatchbell, Dash Kappei (Chicho Terremoto), Parman, Makoto-chan, Mär, Yakitate! Japan, Yaiba, Arms, Hayate mayordomo de combate, etcétera.

Shōnen Magazine: Kyojin no Hoshi, Ashita no Joe, Harris no kaze, GeGeGe no Kitarō, Bakabon, Ore wa Teppei, Kamen Rider, 1-2 no Sanshirō, Hajime no Ippo, Kindaichi Shōnen no jikenbo, GTO, Rave, Get Backers, Samurai Deeper Kyo, Love Hina, Negima!, School Rumble, Sayōnara Zetsbuō Sensei, Air Gear, Tsubasa Reseirvor Chronicle, Fairy Tail, etcétera.

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martes, 10 de marzo de 2009

Happiness

  • Título: ハピネス–Happiness–
  • Autor: Usamaru Furuya
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Varias
  • Años publicación: 2006
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

No, no he abandonado el blog, ni mucho menos... Pero llevo unos meses de trabajo intensísimo y francamente no tengo mucho tiempo para nada. De hecho, ahora mismo me encuentro de nuevo en Tokio y la semana que viene asistiré al Tokyo Anime Fair, y como siempre que estoy aquí, no paro de andar arriba para abajo a la par que sigo haciendo las traducciones (que si no, se me comen las fechas de entrega!). Hace un momento he vuelto de Shimokitazawa, donde he entrado en Village/Vanguard, mi librería-juguetería-tienda de trastos geniales favorita y me he agenciado dos obras más de mi admirado Usamaru Furuya. Y esto me ha recordado que en mi disco duro tenía una reseña de Happiness hecha hace unas semanas y que todavía no había colgado. Pues nada, ¡aquí va!
Después de Chronicles of the Clueless Age y de π (Pi), este es el tercer manga de este autor que comento, algo que no es muy habitual en este blog en el que trato de ofrecer un poco de variedad en todos los sentidos (autores, épocas, géneros...). Pero es que como dije en las reseñas de esos dos otros manga, tengo cierta debilidad por Usamaru Furuya, uno de los mangaka de la última hornada con más variedad de recursos, y no puedo resistir comentar más de sus obras en cuanto les echo la mano encima.

Otro delirio visual del gran Furuya.

En esta ocasión, el manga a comentar se titula Happiness y es un recopilatorio de historias cortas publicadas en varias revistas de varias editoriales entre 2001 y 2006. En total son ocho historias de diversa longitud, aunque más o menos todas ellas tienen en común el hecho de que describen facetas de la vida de turbados jóvenes de la era actual, en especial chicas (muy monas las dibuja, todo hay que decirlo).
Desde una chica obsesionada con Satán a una alumna que tiene una (bastante enfermiza) relación de tipo sexual con su profesor del instituto, pasando por la historia de dos chicos encandilados por la misma chica y que juegan a realizar retratos surrealistas a lo Dalí tomándola a ella como motivo, las historias son de corte bastante oscuro y más que nada deprimente y urbano, en la línea de la obra Jisatsu Club (Suicide Club), del mismo Furuya, que cuenta las vicisitudes de unos suicidas en masa. Hasta se podría definir este estilo como “gótico”, entendiendo por “gótico” la acepción actual de algo de corte más bien oscuro, moderno, urbano, que acaricia la idea de la muerte y es básicamente tenebroso.
Furuya reprime bastante su faceta imaginativa en esta obra. Si Chronicles of the Clueless Age era un festival de la imaginación y la destreza gráfica y π (Pi) era un manga comercial sin demasiado que destacar ni en el plano gráfico ni en el argumental, podría decir que Happiness queda un poco entre medio en este sentido puramente gráfico (aunque por supuesto hay algunas viñetas “a lo Dalí” que son para enmarcar). Aunque en profundidad e implicación del lector está en la línea del mejor Furuya.
En resumen, una compilación de fantásticas historias cortas (al contrario de lo que ocurría con Chronicles..., estas historias cortas carecen de relación entre sí) que, sumando un total de 270 páginas, hacen de este tomo una obra indispensable en tu “Usamaru Furuya-teca”. ¡Qué gran autor!

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