lunes, 29 de diciembre de 2008

Comiket 75

Como lo prometido es deuda, hoy he estado en el Comiket y esta es mi crónica. Antes de empezar, me gustaría dejar muy claro que hago esto no para dar envidia (¡jo, de verdad que no es esta la intención!) sino para compartir con vosotros toda esta información que recibo, porque me gusta compartirla y ser una especie de puente o, dicho de otra manera, vuestros "ojos" en Japón.

Dicho esto, vamos allá con el Comiket. El Comiket o Comic Market es un evento que se celebra dos veces al año en el gigantesco espacio de convenciones Big Sight de Tokio. Una es en verano, en pleno agosto, y la otra durante los últimos días del año, en pleno invierno. Las dos ediciones duran tres días cada una.

El Comiket empezó en 1975 y la actual es la 75º edición, que se dice pronto. La principal particularidad de este evento es que es un evento de fans y para fans, y aunque últimamente el espacio con stands profesionales está aumentando año tras año, lo que se hace en el Comiket es básicamente vender y comprar dôjinshi, o sea fanzines. Se estima que más de medio millón de personas (!!!!) acuden a cada edición del Comiket, y eso que "solo" se venden fanzines en él; esto lo convierte, lógicamente, en la convención de cómics más bestial del mundo.

El hecho de que prácticamente solo se vendan fanzines provoca, pues, que estemos ante una convención más bien atípica; miles de creadores de dôjinshi y aspirantes a mangaka profesional se preparan para este evento dos veces al año, creando historias expresamente para venderlas en el transcurso del mismo. Es importante decir que cada "círculo" (así es como se llaman los creadores de fanzines) solo tiene derecho a un pequeño espacio durante uno de los tres días que dura el evento, por lo que cada día se vende material diferente, con gente diferente. Esto suma miles y miles y miles de creadores, para cientos de miles de visitantes, compradores y curiosos. La entrada, por cierto, es gratuita.

Muchos de los dôjinshi que se venden en el Comiket son parodias de mangas famosos, gran parte de los cuales yaoi (si los que los dibujan son chicas) o bien pornográficos (si los que los dibujan son chicos). Muy poco de lo que se vende en el Comiket es obra original, aunque hay algunos creadores, incluso consagrados, que disfrutan preparando sus dôjinshi y vendiéndolos en el Comiket. Sin ir más lejos, el mismísimo Range Murata suele participar y esta vez estaba ahí vendiendo su nuevo fanzine. También casi todos los editores de manga de Japón acuden al Comiket para ojear y tratar de encontrar nuevos talentos, por lo que este se ha convertido en la verdadera cantera del manga japonés.

Una cosa que me ha sorprendido del Comiket es ver toda una sección llena de CD y DVD que no recuerdo haber visto en mi anterior visita, allá en el verano de 2001, tal vez porque no llegué a esa sección. Algunos fanzines se venden no en papel, sino en CD, e incluso hay una zona donde aspirantes a compositores venden sus creaciones musicales inspiradas en canciones de anime o bien bandas sonoras de videojuegos, con la esperanza de que algún día les fichará alguna compañía. Hoy me he entretendido un rato por allí, escuchando las muestras, ¡y realmente están curradas!

El evento ocupa la totalidad del Big Sight. Para haceros una idea, el Tokyo Anime Fair también se celebra en el Big Sight, pero solo ocupa un pabellón de los cinco que hay disponibles en total. El Comiket ocupa los cinco (dos en la zona oeste, dos en la zona este y uno para los stands profesionales), más la zona del jardín y la zona trasera del aparcamiento, acondicionados para el cosplay. Estamos hablando de unos 80.000 metros cuadrados netos, según calculo a partir de lo que dice la Wikipedia (La Farga de l'Hospitalet tiene unos 8.000 m2). ¡Brutal!

El Comiket es también el lugar preferido de los japoneses para dedicarse en cuerpo y alma al cosplay. Cientos, hasta miles de aficionados llegan con sus disfraces metidos en maletitas y se cambian en los vestuarios disponibles a tal efecto (en Japón está muy mal visto ir disfrazado por la ciudad, por lo que no está permitido llegar con cosplay desde casa, sino que debes cambiarte en los sitios oficiales) y se pasan horas y horas posando en cualquiera de los dos espacios habilitados para esto o bien pululando por el recinto. Y, al finalizar el evento, es curioso verles a todos con sus maletitas de ruedas, cosplayers (con sus trajes) y no cosplayers (con los dôjinshi adquiridos durante el día) hacia casita.

La organización, por cierto, brutal. Cientos de colaboradores que van guiando a la gente por todas partes, un sistema de organización de colas y de rutas de paso impresionante, servicios de limpieza impecables, servicios de envío de paquetería para que la gente no tenga que cargar con todo lo que compra, etcétera. ¡Increíble! Manejar medio millón de personas no es fácil, pero estos tíos lo consiguen.

En fin, voy a dejar que las fotos hablen por sí solas, ¡espero que os gusten!

El Tokyo Big Sight. Yo he llegado sobre las 2 de la tarde y el Comiket cierra a las 4, por lo que, aunque había muchísima gente, en realidad estaba vacío para los estándares del evento.

Uno de los múltiples pabellones. Las mesitas de los "stands" son pequeñísimas, con miles y miles de fanzineros vendiendo sus creaciones.

Foto panorámica de una zona de venta.

Otro pabellón. En la zona este hoy abundaban los fanzines yaoi, con vendedores y público básicamente femenino, mientras que en la oeste había muchos más chicos.

Parte de la zona de stands profesionales.

Una de las dos zonas de cosplay, desde lejos.

Pabellón oeste. ¡Todo tíos!

Otra panorámica del interior del Comiket.

La pirámide invertida del Tokyo Big Sight, desde debajo.

Naruto y Sakura.

¡El Jesucristo de Saint Oniisan! ¡Moooola! ¡Mi cosplay preferido de hoy! ^_^ Se ha sorprendido mucho de que conociera al personaje y, cuando le he preguntado que dónde estaba Buda, me ha dicho que hoy no ha venido porque no se encuentra bien.

Tal vez mi foto preferida de la sesión de hoy. Esos ojos rojos... ¡Uof!

Estos daban un grimoncio que no veas...

"¡Malditos asaltacunas lolicon!" XDDD

La peña de D.Gray-man

Los Akatsuki de Naruto

Bleach.

Er... No sé la serie, pero son monas, ¿eh? XD

Kakashi da ne... Kakkoii.

¿Serán dos Maetel? ¿De Galaxy Express 999? Creo que sí...

¡Go to D.M.C.! XDDD

¡El Equipo Rocket!

Foto artística dentro de uno de los pabellones.

Puesta de sol al término del evento.

Lee el post entero

viernes, 26 de diciembre de 2008

Hi’nyô kika-i Ippongi Mamoru! (¡Mamoru Ippongi, urólogo!)

  • Título: 泌尿器科医 一本木守! Hi’nyô kika-i Ippongi Mamoru! (¡Mamoru Ippongi, urólogo!)
  • Autor: Atsuko Takakura
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Young Champion
  • Años publicación: 2001-05
  • Clasificación: seinen, humor
  • Tomos: 11

Ayer día 26 hizo un año desde la primera entrada en este blog. ¡Un año ya! Y para celebrarlo, qué mejor que comentando un manga raruno de estos que tanto nos gustan, ni más ni menos que...

¡El manga del urólogo! ¡Sí señor! Hace unas semanas apareció en el Glob una mención a este manga y, como ya comenté en los comentarios de ese post, resulta que lo había visto en una librería hace ya tiempo y en ese momento me llamó muchísimo la atención, pero claro, uno no puede comprar absolutamente todo lo que le llama la atención, por lo que resulta que lo dejé ahí... Pero cuando salió en el Glob me piqué y decidí encontrar el primer tomo y leérmelo.

¿Alguien duda ya a estas alturas de que en el mundo del manga podemos encontrar de todo? Supongo que no, porque las obras que suelo reseñar en este blog ejemplifican perfectamente la tremenda amplitud del manga: desde el shônen más comercial al shôjo más pasteloso, pasando por bizarradas alternativas y manga que jamás veremos por estos lares. Y como muestra, otro botón: ni más ni menos que un manga cuyo protagonista es un urólogo. ¡Ja! ¡Y la verdad es que el tebeo no está mal!

Estamos ante un manga de humor de los que tanto abundan en Japón, pero con la particularidad de que este trata sobre un joven doctor, Mamoru Ippongi, que trabaja en una clínica atendiendo a señores con problemas en sus partes. Ippongi es campechano, alegre y muy buen doctor; una especie de aprendiz de Black Jack especializado en urología (de hecho, Black Jack es un personaje “de la casa” (la editorial Akita Shoten) y eso lo aprovechan para hacerle hacer un cameo en el tomo 11 de esta serie –el último-, por lo que he podido ver por ahí). Alrededor de Ippongi hay varios personajes, cada cual con su gracia: la enfermera seria, la enfermera joven que siempre habla demasiado, el director salido, el joven doctor empollón, la novia de Ippongo, con quien mantiene una relación de amor y odio...

Es gracioso cómo la autora expresa en imágenes los penes con fimosis...
Con muñequitos que llevan turbantes o gorros de lana, ¡ja, ja!


Cada capítulo es más o menos autoconclusivo y trata sobre un tema diferente cada vez; a veces va simplemente sobre casos médicos que pasan por su consulta y a veces sobre las relaciones personales de Ippongi con su novia. Es especialmente tronchante la relación de vaivén con su novia, porque a pesar de que Ippongi es joven, atractivo, y además es doctor, su condición de urólogo hace que sus amigas se cachondeen de ella, y además al estar siempre hablando sobre su profesión, llega el punto en el que ella ve formas que le recuerdan a penes XD por todas partes (como por ejemplo, una fuente-surtidor que echa agua en forma de paraguas).

El caso es que al principio del manga la historia se centra mucho en problemas de fimosis y busca la vis cómica en este sentido. Por ejemplo, un capítulo muy divertido va sobre un padre y su hijo, ambos con fimosis. Resulta que la novia del hijo le ha exigido que se opere si quiere seguir con ella, pero el padre no quiere que su hijo deje de tener fimosis porque él no se operó en su momento. Sin embargo, la madre entra en acción (se ve que frustrada porque su marido tiene fimosis y nunca ha querido operarse) y, con la colaboración de Ippongi, les empuja a operarse los dos juntos. El final de la historia es un final feliz, con los dos contentos y agradecidos al doctor.

En fin, este manga es una obra divertida, para pasar el rato y nada más. El dibujo es resultón; no es malo pero tampoco es espectacular. Para lo que es la historia, cumple con creces y hace que el manga sea agradable de leer. El guión está divertido y entretenido, pero tampoco es ninguna obra maestra del humor; de nuevo, suficiente para pasar el rato sin más pretensiones. Recomendado como material de lectura en todas las consultas médicas, eso sí. ¡Que ya está bien de tener solo el ¡Hola! y el Lecturas, joer!

Lee el post entero

domingo, 21 de diciembre de 2008

Jump Festa 2009

Sigo por Japón, muy ocupado con mis cosas, por lo que no tengo mucho tiempo que dedicar al blog. Por supuesto, estoy aprovechando mi estancia aquí para visitar algunos lugares o ir a algunos actos que se celebran durante estas fechas. Curiosamente, nunca había estado en Tokio durante esta época de navidades y fin de año, por lo que nunca había podido asistir a dos grandes eventos del manganime que se celebran por estas fechas: la Jump Festa y el Comiket de invierno.

La Shônen Jump, la revista de manga más vendida del mundo

Información y macro póster en la entrada del recinto

No hace falta decir que nuestra empresa de traducción, Daruma, se encarga de realizar la versión española de muchos mangas de la Shônen Jump, la revista líder en el sector del shônen y la más vendida con diferencia de todas las revistas de manga del mundo. Así, medio por motivos profesionales y medio por curiosidad personal, decidí asistir a la Jump Festa de este año, que se celebraba en Makuhari (Chiba), a una media hora del centro de Tokio, en el centro de convenciones y exposiciones Makuhari Messe, los días 20 y 21 de diciembre. Así, este post es solo una pequeña narración de la visita, espero que os guste.

Sector cosplay: estrecho y abarrotado

La Jump Festa ya se celebra desde hace diez años, por lo que relativamente empieza a ser un evento veterano. Es lo más parecido a un Salón del Manga que existe en Japón, ya que el Comiket, lo más absolutamente bestial que existe, es más bien una macro reunión de fanzineros. Luego, aparte, está el Tokyo Anime Fair o TAF, que se centra en el anime, y el Tokyo Game Show, en los videojuegos. Pero de manga en sí, solo destaca la Jump Festa por encima de otros eventos que pudiera haber (que seguramente los hay, pero son tan pequeños que resultan de escaso o nulo interés).

Leyendo mangas de la Jump Square
en celebración de su primer año de vida


La primera impresión al llegar al recinto fue ESTO ES ENORME. Efectivamente, estamos hablando de tres pabellones enteros, cada uno de ellos tan grande como la Farga si no más (posiblemente más). En total, la superficie de la Jump Festa es más o menos la misma que la de la Japan Expo de París, calculo a ojo. La entrada es gratuita, por lo que evidentemente eso estaba abarrotado y con grandes colas para entrar (suerte que yo tenía acreditación, que si no, fiuuu!).

Panorámica del pabellón 3"Non ti preoccupare, bambino..."

Lo que me flipó es la cantidad de colas que había por todas partes, colas para hacer cualquier cosa: sin ir más lejos, si quieres entrar al recinto te obligan a elegir si quieres entrar a lo que es la Jump Festa o bien ponerte en la cola de comprar el merchandising oficial, que básicamente no es más que lo de siempre, (pegatinas, pósters, tazas, pins, etc.) pero de edición limitada. Cuando yo llegué, sobre las 12 del mediodía, había 150 minutos de espera en la cola del merchandising. ¡¡¡Dos horas y media!!! Y la gente esperando ahí pacientemente en medio del frío invernal.

Stand del videojuego de Claymore. ¡A repartir estopa!

Después, dentro, más de lo mismo: si quieres comprar lo que sea, cola, si quieres probar el videojuego X, cola, si quieres participar en la competición de cartas de Yu-Gi-Oh!, cola, si quieres comprarte una bebida o un poco de comida, cola... Buf! Santa paciencia... Por supuesto, ¡no compré nada de nada ahí dentro!

Escuchando pacientemente la presentación de un nuevo videojuego de Naruto en el stand de Bandai Namco. Todos bien sentaditos, por supuesto.

Probando el nuevo Kingdom Hearts en el stand de Square Enix

La estructura de los pabellones era la siguiente: en dos de los tres, la parte central estaba ocupada por stands de Shûeisha relacionados con la Shônen Jump, y a los alrededores había stands de empresas que trabajan con productos relacionados con los manga de la Jump o productos afines, como por ejemplo Konami, Takara Tomy, Sega, Bandai, 20th Century Fox (promocionando la peli de Dragon Ball), Square Enix, Koei, etc. El tercer pabellón era un poco diferente porque aproximadamente la mitad del mismo estaba ocupado por un escenario y su correspondiente platea, donde aparecerían a charlar varios mangaka (este año, Takeshi Konomi, Masashi Kishimoto, Tite Kubo y Eiichirô Oda, casi ná), actores y actrices de voz y otros famosetes.

Stand de Takara Tomy, donde presentaban los
nuevos videojuegos de Reborn! y Naruto


Un servidor haciendo el ganso... "¡Kuchiyose no jutsu!" XDDD

En cuanto a stands centrales, en uno de ellos había una exposición con numerosos originales de las revistas de la familia Jump (Shônen Jump, Jump Square -que celebraba un año de publicación- y V-Jump). Y cuando digo originales, digo originales de verdad. ¡Una pasada ver esas páginas de Naruto, Gintama, Reborn, One Piece, Tegamibachi, etc., con sus pegotes de Tipp-Ex incluidos! Otro tenía varios stands-dioramas de las series de la Jump, con la comisaría de policía de KochiKame, el templo de yôkais de Nurarihyon no mago, un mega-Gamabunta de Naruto al que podías hacer "kuchiyose" (XDDD), etc. Muy divertido.

Exposición de originales

¡La comisaría de KochiKame!

En otro lugar podías probar los manga para teléfonos móviles adaptados de la Jump y ver muestras de las ediciones internacionales (de España había cuatro -Gintama, Shaman King, Reborn y Bleach català- los cuatro traducidos por Daruma, dos de ellos míos, lo que nos hizo especialmente felices y orgullosos, ya os lo podéis imaginar). En fin... Como curiosidad, al final del evento, hacia la salida, había un stand en el que se ponían a la venta ediciones internacionales (las muestras que Shûeisha obliga a las editoriales extranjeras a mandar a Japón para aprobaciones), al precio que uno quisiera -mínimo cien yenes por tomo-; la idea era que los beneficios obtenidos por esta venta se destinarán a un proyecto de UNICEF.

Stand de venta y beneficiencia de ediciones internacionales

En resumen, la Jump Festa es un salón del manga básicamente participativo y no de compras. Porque básicamente si quieres comprar cosas, tienes que perder medio día haciendo cola a lo bestia (los japoneses son muy aficionados a esto de hacer cola, oye). Es interesante ir, especialmente si eres fan de la Jump, pero yo creo que con una vez basta. Ir, verlo, disfrutarlo, está muy bien, pero repetir solo en caso de ser mega fan.

"¿Qué pasa, tío?" - dijo el estoico Gintoki...

Próxima visita: el Comiket de invierno (28 a 30 de diciembre), junto con el Comiket de verano, posiblemente el evento más friki del mundo entero; la mayor exposición de dôjinshi (fanzines) que te puedes echar a la cara y el sitio con más densidad de otaku y fujoshi por metro cuadrado del universo.

Lee el post entero

domingo, 14 de diciembre de 2008

Konchû Tantei Yoshida Yoshimi (Yoshimi Yoshida, Detective de insectos)

  • Título: 昆虫探偵ヨシダヨシミ -Konchû Tantei Yoshida Yoshimi- (Yoshimi Yoshida, Detective de insectos)
  • Autor: Aozora Daichi
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2008
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

¡Otra bizarrada! Este lo vi en un listado de novedades de tomo en Japón de este mismo año y me llamó la atención por el título. Así, decidí comprarlo como regalo para un amigo traductor que además es entomólogo de afición (no os perdáis el post que hizo sobre Naruto, por ejemplo). Por supuesto, no pude resistir la tentación de leerlo a mi vez. De hecho, entre los dos hemos acabado por hacer una entrada coordinada, el mismo día a la misma hora, cada cual reseñando la historia desde un punto de vista distinto, lo que me parece interesantísimo: él, como especialista en entomología y yo, como lector que de insectos no sabe demasiado. Si queréis comparar los dos puntos de vista (por favor, hacedlo), no tenéis más que hacer clic aquí.
Como bien dice el título, este manga va sobre un detective especializado en insectos. ¿Cómo? Pues sí... Yoshimi Yoshida es un detective privado que tiene la facultad innata de poder conversar con todo tipo de animales, especialmente con insectos. Así, durante las páginas de este manga se dedicará a resolver varios casos: infidelidades matrimoniales, desapariciones, fraudes... Todos relacionados con insectos, por supuesto. A cambio, solo pide que sus satisfechos clientes le indiquen la ubicación de algún escarabajo rinoceronte (kabutomushi), unos insectos muy apreciados en Japón como "mascotas" y por los cuales se llegan a pagar auténticas fortunas. Yoshida solo tendrá que ir al lugar, cazar al bicho de turno y luego venderlo para conseguir su dinero.
El manga se estructura en la forma de pequeños episodios de entre 4 y 10 páginas y su vocación es humorística. Digo "vocación" porque realmente es rara la vez que consigue hacer reír, ya que los chistes o situaciones son más bien... Raros. O con poca gracia, no sé. Muchas veces las situaciones se basan en comportamientos de los diferentes insectos, como la forma de copular de las libélulas o la propensión de las mariquitas a hacerse las muertas cuando se sienten amenazadas. En cuanto al dibujo... Buf... Pues ya lo veis en la página de muestra: es feo-feo. XDD

¡Si no fuera porque son insectos, este sería un manga hentai!

El manga se fue publicando a trancas y barrancas en la revista Morning entre 2003 y 2008, un montón de años para recopilar solamente 133 páginas que son las que conforman este tomo, por lo que se podría decir (y de hecho el autor lo comenta) que es casi un milagro que haya podido recopilarse en formato tomo. Y es que aunque parezca mentira, en Japón hay miles y miles de páginas que se publican mes a mes en los cientos de revistas de manga que existen que nunca llegan a tener la suerte de ser recopiladas en tomo y vendidas en las librerías.
Lo que más me gustó de este tomo son los extras que tiene, donde el autor comenta cosas sobre su infancia relacionadas con su pasión por la entomología, como cuando salía a cazar bichos. Se trata de una afición de infancia muy arraigada en el Japón rural, de la que tenía consciencia porque sale a menudo en manga y películas, pero esto de tener un testimonio de primera mano que te cuenta lo que hacía durante sus aventuras entomológicas de infancia resulta interesante. El autor, por cierto, se hace llamar Aozora Daichi (Cielo azul, gran tierra), un seudónimo que sin duda está inspirado en su tierra natal, la isla de Hokkaidô. Se podría decir que este autor prácticamente debutó con esta obra y es casi lo único que ha hecho.
En fin, un ejemplo más de un manga de tercera fila que jamás llegará a España, y un buen ejemplo por si no teníais claro que la ecuación "manga = hostias/violencia/ojos grandes/líneas cinéticas" no es cierta.

Lee el post entero

viernes, 12 de diciembre de 2008

Makoto-chan House y Tokiwa-sô; un paseíto por Tokio

Esta tarde he estado dando un paseíto de estos que tanto me gustan por Tokio, mapa en mano y con dos o más puntos relativamente cercanos entre sí que quería visitar y muchas ganas de andar. Hoy, cómo no, he estado en dos sitios "mangueros".
Primero me he acercado a Kichijôji, donde el ínclito Kazuo Umezu (el protagonista del "Adivina qué mangaka es" más reciente) se ha construido una polémica casa muy de su estilo. La casa se llama "Makoto-chan House" y es un homenaje a una de sus obras más famosas, Makoto-chan, cuya secuela comenté en este post.

A la izquierda, la Makoto-chan House, en medio del vecindario. Tampoco canta tanto, ¿no?

Vista frontal

¡El tío se ha puesto un buzón "vintage" de verdad!

Como veis, la casa está pintada a rayas rojas y blancas, que es el estilo que se asocia a Umezu (siempre va con camisetas de esta guisa) y tiene detallitos muy curiosos. En un principio, se ve que los vecinos se quejaron mucho de la "aberración" que representaba esta casa e incluso le llevaron a juicio para que no la construyera, pero ahora parece que se han calmado las cosas. Se supone que Umezu vive y trabaja en este lugar (aunque no sé seguro si vive o no, creo que su estudio está aquí). Hace relativamente poco que se inaguró, por cierto: fue en abril de este año 2008.

Una panorámica de la casita

Un detalle de la característica torre en forma de cara

La casa está muy cerca de la estación de Kichijôji, a apenas unos 5 minutos andando, por lo que es fácil de visitar. Incluso se puede combinar perfectamente con un paseo desde el Museo Ghibli (ruta desde el museo Ghibli hasta Makoto-chan House). Yo no lo he hecho pero calculo que como mucho habrá media horita a pie atravesando el parque de Mitaka y la zona residencial con unas casitas de agárrate y no te menees.
Al volver a la estación me he encontrado una tienda de libros de segunda mano increíble. Tenían de todo y la sección de manga, aunque bastante pequeña, era curiosísima porque no era de las típicas que tienen manga de segunda mano reciente, sino que tenía cosas muy recientes mezcladas con cosas realmente antiguas y rarísimas. Por ejemplo, me he encontrado y comprado un libro-revista de 1968 (¡40 años!) de la Ribon con una versión manga de Lo que el viento se llevó realizada por la veteranísima decana del shôjo Miyako Maki (esposa de Leiji Matsumoto, por cierto). ¡Increíble! Por supuesto, cuando me lo lea lo comentaré aquí.

La tienda de libros de segunda mano

Vista del interior de la tienda. ¡Yo vuelvo!

Lo suyo en este punto, en un viaje "normal", es subir al tren en Kichijôji y, a escasas cinco o seis estaciones en dirección Shinjuku se encuentra Nakano, con el inefable edificio Broadway, meca del otakismo japonés; sería una parada lógica en un recorrido manguero Museo Ghibli - Makoto-chan House, Broadway - Tokiwa-sô. Pero como en invierno oscurece muy pronto, he decidido pasar por alto esta fase y me he dirigido hasta la siguiente estación, Higashi-Nakano, donde he hecho un trasbordo a la línia Ôedo hasta Ochiaiminaminagasaki (pronunciar sin respirar XD). El objetivo: visitar el sitio donde en su momento estuvieron los famosos apartamentos Tokiwa-sô, los "apartamentos del manga". Este es el lugar por si alguna vez os apetece ir, aunque ya veréis que no hay nada que valga la pena, la verdad, es más la gracia de ir y presentar los respetos a los dioses del manga que otra cosa. Los muy capullines de los japoneses, en vez de preservar el edificio y habilitarlo como museo o algo así, lo derribaron en 1982. ¡Para mear y no echar gota!
En fin, ya he hablado mil veces de Tokiwa-sô en este blog, pero aun así en principio ahora venía todo el rollo de Osamu Tezuka, Fujio Fujiko, Shôtarô Ishinomori y tal y pascual, pero una extraña conexión mental con Alejo, genial responsable del genial Glob! (¡no es peloteo, lo juro -James, que te conozco XD-! ¡Me encanta el Glob!) ha hecho que justo hoy, mientras yo estaba paseando por las calles que pisaron estos monstruos del manga, él estuviera escribiendo y publicando un post sobre esto mismo, así que pongo un link y os ahorro el rollo: os dejo con Alejo, que os contará qué fue el Tokiwa-sô.
La verdad es que no esperaba ver nada especial en el lugar, quizás una plaquita conmemorativa o algo (aunque ni siquiera esto me esperaba, conociendo a los japoneses), y me he sorprendido al ver este cartel, que es un poco cutrillo, pero que es mejor que nada.

"El distrito comercial en el que estaba el Tokiwa-sô: Calle Comercial Minaminagasaki Nikoniko y Calle Comercial Jiyûdôri Ninu - 1953 a 61 aprox. - Aquí estuvieron las raíces de los dioses del manga - El lugar sagrado del manga en el que pasaron su juventud los dioses del manga (Osamu Tezuka, Fujiko Fujio, Shôtarô Ishinomori, Fujio Akatsuka) - Entrada al lugar donde estaba el Tokiwa-sô - Antes, el Tokiwa-sô se encontraba al final a la derecha de este callejón, donde actualmente está la editorial Nihon Kajo"

¡En este lugar exacto estaba el Tokiwa-sô! ¡Reverencia! Actualmente hay una editorial.

Edificio de apartamentos muy cerca del antiguo Tokiwa-sô.

Los callejones de la zona

Tras la visita y merodear un poco por los alrededores, he decidido irme andando hasta la estación de Kanamechô porque me iba bien para coger el metro, y de camino he pasado por los alrededores de la estación de Shiinamachi, que son realmente pintorescos, y he dado un paseíto buenísimo en un día de invierno bastante cálido y agradable y con una atmósfera limpísima. Esto es lo bueno del invierno japonés: aunque haga frío, la atmósfera suele estar muy limpia y el cielo azul, es un tiempo ideal para ir a sacar fotos.

El distrito comercial Nikoniko

Niños flipándose ante un extranjero con cámara (hacía mucho que no me pasaba esto en Tokio, je je)

Papel de váter de Shin-chan y Chibi Maruko-chan. ¡No lo había visto nunca! Si alguna vez tengo ganas de limpiarme el culo con Shinnosuke, ¡ahora ya sé cómo! XD

La zona cerca de la estación de Shiinamachi

Aparte, como bonus track, ayer estuve con mi amiguete David, al que supliqué que por favor me dejara participar en la genial sección "La bebida del día" de su blog Nihoneymoon. Y visitando a David desde Nara estaba otro David, más conocido como "Flapy", autor del visitadísimo y premiadísimo blog Flapy in Japan, que también aprovechó para hacerme una entrevista en vídeo. No creo que ninguno de los dos Davides tarde mucho en subir este material en el que me humillo públicamente, así que permaneced atentos a vuestros monitores! XDDD

Lee el post entero