miércoles, 25 de junio de 2008

Dôsei jidai (La época en la que vivíamos juntos)

  • Título: 同棲時代 –Dôsei jidai– (La época en la que vivíamos juntos)
  • Autor: Kazuo Kamimura
  • Editorial: Futabasha
  • Revista: Manga Action
  • Años publicación: 1972-73
  • Clasificación: seinen, costumbrista
  • Tomos: 6

Impresionado. Esta es la palabra que resume cómo me quedé al leer este manga hace escasos meses. Me maravilla la profundidad que tiene el mundo del manga (como la puede tener el del cine, la literatura, etc, claro), en el que, cuando tienes la sensación de estar muy cerca del fondo, de conocer las obras más maravillosas que se han parido en la Tierra del Sol Naciente, vas y te encuentras otra perla, esta vez realizada hace más de tres décadas y media. Este tipo de encuentros son los que animan a uno a seguir adelante, a seguir escarbando, y lo cierto es que últimamente estoy siendo bastante afortunado, puesto que sigo encontrando obras que me dejan anonadado (junto a mucha morralla, que también es verdad que no todo es tan bonito ^_^).
Dôsei jidai es una obra fascinante en muchos sentidos. A mí me encantó, y eso que, como suelo hacer, solo me leí el primer tomo. Espero algún día poder leerme los otros cinco. La obra está ambientada en los años 70, es decir, en la misma época en la que se creó, justo después de los graves disturbios y protestas estudiantiles que definieron la segunda mitad de los años 60. Era una época en la que se empezó a poner de moda entre los jóvenes que empezaban a entrar en la edad adulta el hecho de irse a vivir juntos, es decir, el 同棲 dôsei. Esto que en Occidente ahora nos parece tan obvio, en Japón, incluso ahora, sigue estando relativamente mal visto, ya que la tendencia habitual es la de irse a vivir con la pareja solo después de haberse casado. De hecho, la palabra dôsei (cohabitar -un hombre y una mujer, y se entiende que como pareja, es decir, manteniendo relaciones sexuales y tal-) no tiene connotaciones positivas: se usa muy poco y se prefieren paráfrasis más "blandas" como por ejemplo issho ni sumu koto (vivir juntos). Como anécdota personal, una vez, durante mi primer año de estudios en Japón, allá en el 99, se me ocurrió en mi ignorancia decir que yo "dôsei" con mi pareja, y la verdad es que me miraron bastante raro, como si estuviese haciendo algún tipo de cosa mala.

Un sugerente dibujo y un poético pero trágico y oscuro guión

En cualquier caso, si incluso ahora hay pocas parejas japonesas que den el paso de ponerse a vivir bajo el mismo techo sin estar casadas, en los años 70, a pesar de que en la época fue un fenómeno que cuajó bastante, no era precisamente algo bien visto. Esta obra, dibujada y guionizada por Kazuo Kamimura, nos narra la historia de una de estas parejas; Kyôko, empleada en una empresa publicitaria, y Jirô, ilustrador freelance.
El manga es extremadamente poético, muy pausado, pero también de contenido muy duro. Vivir en pareja no es fácil, ni tampoco es todo precioso, bonito y de color de rosa. Y menos si se hace yendo contracorriente de la sociedad, es decir, compartiendo piso sin estar casados. Ya de por sí, encontrar un lugar donde vivir no es fácil, puesto que los propios propietarios de apartamentos de alquiler no se fían demasiado de las parejas no casadas (lo he puesto en presente porque es algo que todavía hoy, en el año 2008, sigue vigente), pero es que la incomprensión social y la falta de que te tomen en serio es realmente grave. Por ejemplo, hay un capítulo en el que Kyôko es tentada por su jefe en la empresa para irse de copas y "algo más". Ella se niega porque tiene pareja, pero él le dice "venga ya, si no estás casada ni nada". Esto implica que el jefe no cree que la relación de Kyôko sea seria ni estable, sino que la considera un simple pasatiempo y que es algo tan frágil que es prácticamente como si estuviera soltera. Esto es algo que, incluso hoy, sigue ocurriendo, aunque afortunadamente con menos intensidad; el hecho es que una pareja no casada no es tomada muy en serio.
La atmósfera del manga es más bien oscura, ya que Kyôko es una mujer muy taciturna y con muchos problemas internos, mientras que Jirô, a pesar de sus virtudes, tiene también muchos defectos como por ejemplo el de no ser demasiado "echado para delante" (vamos, que es un poco vago). Una obra tremendamente realista y adulta, dura, en la que seremos testigos de discusiones entre la pareja, incluso cosas tan duras como abortos y conatos de suicidio, pero también tiernas escenas de amor e incluso de sexo, con una ambientación maravillosa en la que el cuidado texto acompaña a la perfección la bella imagen, llena de metáforas visuales.
Cabe comentar que el actualmente tan famoso y apreciado (en Occidente, por lo menos) Jirô Taniguchi empezó como ayudante de Kazuo Kamimura, el autor de este manga. Ciertamente, leyendo Dôsei jidai me ha parecido entrever las raíces de Taniguchi en más de una ocasión. Ojalá alguna editorial descubra esta obra algún día y la traiga, ya que hará las delicias de las legiones de amantes del buen cómic costumbrista, poético, y calmado, pero lleno de sentimiento que, hasta ahora, solo se han podido refugiar bajo el paraguas de Jirô Taniguchi.

7 comentarios:

Llop Segarrenc dijo...

Veo que aunque Japón se haya occidentalizado, hay muchas cosas en los temas personales y relaciones pues no.
De aquí me ha venido una pregunta, respeto los universitarios, muchos compartimos piso, siendo posible que chichos y chicas comparten el mismo.
Por lo que has dicho en Japon no seria para nada o casi posible, entonces supongo que si tiene que compartir son chicos por un lado y chicas por el otro, o simplemente ir a una residencia, ¿no?

Gracias.

Marc dijo...

Hola lupus sigarrensis, efectivamente el solo hecho de compartir piso estudiantes en Japón ya de por sí no es muy habitual (casi todos se buscan pequeños apartamentos individuales o residencias), pero compartir piso chicos y chicas yo no lo he visto nunca. Se llega incluso al extremo de que no es raro que haya residencias "sólo para chicas" (supongo que también las hay "sólo para chicos", pero no es tan habitual) donde está estrictamente prohibida la entrada de los hombres. En este aspecto, Japón va varios años atrasado respecto a Europa, sí.

Anónimo dijo...

Hola, me encanta el blog, eso antes que nada
Una duda, ¿este Kazuo Murakami, sabes si tiene algo que ver con Kazuo Kamimura, el ilustrador de Lady Snowblood (Shurayuki Hime)? Porque la ilustracion de la portada del tomo que yo tengo de este manga (el tomo 1 que sacó planeta) parece el mismo personaje pero con cara de enfadada y me ha hecho gracia que los apellidos sean iguales pero en distinto orden. No se, me ha entrado la curiosidad.
Un saludo

Marc dijo...

Hola barbarella. Gracias por tu comentario! Tienes toda la razón, Kamimura es el mismo autor de Lady Snowblood... Lo que pasa es que se me debió de ir la mano y escribí Murakami en vez de Kamimura (Murakami es un apellido mucho más común que Kamimura y además tuve un profe que se llamaba así, supongo que el subconsciente me la jugó ^_^). Los caracteres con los que se escribe el nombre son los mismos: 上村 (Kamimura) y 村上 (Murakami). Ya lo he corregido en la entrada, gracias!

mimotaku dijo...

Marc, perdona que no tenga que ver mi pregunta con el manga en sí (interesante de veras, no se han publicado muchos mangas en nuestro país que traten sobre el periodo universidad-prematrimonio, si es que puede considerarse como una categoría), sabes si Planeta editó todo el material de Lady Snowblood en los dos tomos de su edición? Es que el hecho de ver la salida de un tercer tomo (con el subtítulo de "Epílogo") en Francia me descoloca.
Saludos

Marc dijo...

Hola mimotaku, lo siento pero ignoro la respuesta a tu pregunta (desafortunadamente para mí, no trabajé en este título). He visto que la edición disponible en Japón actualmente de esta obra consta de dos tomos de más de 500 páginas (501 y 533 respectivamente). Es cuestión de ver cuántas páginas tienen los tres tomos de la serie en Francia y si superan las 1034 páginas en total, entonces es que sí, lo del "Epílogo" es un tomo con material inédito.

Anónimo dijo...

Hola, me gusta leer tu blog desde Francia. Aqui la edicion francesa de Lady Snowblood, con sus tres tomos, cuenta con unas 1400 paginas. Este ultimo tomo se pasa despues de su vengaza, elle simulo su muerte y trabaja ahora come profesora de gymnasia, pero se va e enfrentar con grupos de extrema derecha...

Todo esto me parece curioso. La edicion US tambien cuenta con un poco mas de 1000 paginas en 4 tomos. No he leeido el tercer tomo frances del manga todavia, lo hago luego par comparar con mi edicion americana. Me imagino, en caso que la version francesa proponga contenido inedito, que sera la mas cerca de la original ?